El conjunto torero, que en la LigaPro se mantiene como líder en una disputa apretada, afronta ahora un panorama nada optimista en la Copa Libertadores.

El compromiso, se jugará hoy miércoles, donde el margen de error es mínimo, tras su retorno de Perú, el Ídolo recibirá a Emelec en una nueva edición del Clásico del Astillero.
En este contexto, el presidente del club, Antonio Álvarez, dio un mensaje algo desafiante que sacudió la previa del encuentro copero. “Todos los rivales en Copa Libertadores son duros, pero tenemos que ir a ganar sin excusas”, afirmó sin titubeos tras el regreso del equipo a Guayaquil, luego del empate 2-2 ante Universidad Católica en Quito.
Si bien valoró el esfuerzo físico de los jugadores en la altura capitalina, también dejó entrever su inconformidad con el rendimiento colectivo y especialmente con el arbitraje. “Fue un partido bravísimo.
La altura pesa, y Católica juega bien. Pero hubo un penal clarísimo a Cortez que no se cobró. Me quedo con la sensación de que pudimos haberlo ganado”, sostuvo en diálogo con medios locales, lo que parece tener claro el presidente canario es que Barcelona no puede permitirse especular en Perú.
El equipo necesita sumar de a tres para mantener vivas sus opciones de clasificación en la Copa, tras un arranque de grupo irregular que ha dejado a los toreros obligados a sumar fuera de casa. La consigna, tanto desde la directiva como en el cuerpo técnico, es no regalar nada.
El propio Segundo Alejandro Castillo, entrenador de Barcelona de Guayaquil, también se refirió al momento del equipo y a la seguidilla de partidos, explicó los motivos detrás de algunas rotaciones en el once titular, equilibrando esfuerzos y evitar sobrecargas. “El equipo ha tenido varias variantes pensando en la Copa. Estamos tratando de distribuir las cargas, hicimos varios cambios”, finalizó el Mortero.