INTERNACIONAL
En un fallo sin precedentes en la historia de Colombia, el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue declarado culpable este lunes por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal. La decisión fue emitida por la jueza Sandra Heredia, quien lideró una extensa audiencia judicial en Bogotá.

El proceso, que se remonta a más de una década, determinó que Uribe utilizó a terceros para influir en testigos encarcelados, con el objetivo de que declararan a su favor en un caso relacionado con presuntos vínculos con grupos paramilitares, señalamiento que le fue hecho por el senador Iván Cepeda en 2011.
Durante la audiencia, la magistrada afirmó que existen pruebas claras de que el exmandatario indujo al abogado Diego Cadena a realizar acciones que constituyen soborno y fraude, al intentar desacreditar las acusaciones en su contra. “No cabe duda que el procesado conocía y dirigía el proceder, incluso ejecutándolo desde las sombras”, expresó Heredia.
Uribe, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010, ha negado en reiteradas ocasiones los cargos y sostiene que es víctima de una persecución política. Fue absuelto del delito de soborno simple, pero enfrenta una posible condena de hasta nueve años de prisión, que se definirá en una audiencia posterior.
El caso comenzó en 2012, cuando el senador Cepeda presentó evidencias que relacionaban a Uribe con el Bloque Metro, una estructura armada vinculada a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), responsables de múltiples crímenes durante el conflicto armado interno. En respuesta, Uribe denunció a Cepeda ante la Corte Suprema. Sin embargo, en 2018, el alto tribunal descartó la denuncia e inició una investigación contra el expresidente.
Tras renunciar al Senado en 2020, el proceso contra Uribe pasó a la justicia ordinaria. A pesar de los intentos de la Fiscalía de cerrar el caso, las solicitudes fueron rechazadas. Con la llegada de Luz Adriana Camargo al cargo de fiscal general, el juicio se reactivó formalmente en febrero de este año.
El veredicto marca un hito judicial y político en Colombia, abriendo un nuevo capítulo en la historia de la rendición de cuentas para las más altas esferas del poder.