POLÍTICA
El movimiento indígena enfrenta su mayor fractura política de los últimos años. El brazo político de la Conaie expulsó a seis asambleístas, entre ellos a Carmen Tiupul, representante de Chimborazo y segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional. Las acusaciones: votar junto al oficialismo y traicionar los principios del movimiento.

La organización política indígena resolvió el 16 de septiembre, la expulsión inmediata de seis de sus nueve asambleístas, acusados de actuar políticamente en favor del Gobierno nacional. Entre los nombres está Carmen Tiupul, legisladora por Chimborazo y actual segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional.
El Tribunal de Ética y Disciplina del movimiento confirmó que la medida fue adoptada por unanimidad, tras concluirse un proceso interno que incluyó audiencias, defensa de los acusados y revisión de sus actuaciones legislativas.
La principal falta: alinearse y votar con el bloque oficialista Acción Democrática Nacional (ADN), liderado por el presidente Daniel Noboa. “Los asambleístas participaron en las audiencias y conocían los temas por los que eran investigados. Se respetó el debido proceso en todas sus etapas”, explicó Verónica Albuja, presidenta del Tribunal de Ética de Pachakutik.
La noticia ha resonado con fuerza en Chimborazo, una provincia con un profundo arraigo indígena y una historia de lucha social ligada a organizaciones como la Conaie y su brazo político Pachakutik.
La expulsión de Carmen Tiupul quien representa a esta provincia en la Asamblea y ocupa una de las más altas dignidades del Legislativo ha generado sorpresa, división y un debate intenso en las bases comunitarias. Tiupul fue elegida como parte del bloque Pachakutik, durante el ascenso político de Leonidas Iza y la consolidación del movimiento como una fuerza de oposición.
No obstante, en los últimos meses su postura política dio un giro: votó a favor de proyectos impulsados por el Gobierno, se abstuvo en decisiones clave para la oposición y mantuvo una postura conciliadora con la bancada oficialista. Esa posición no pasó desapercibida.
Desde julio de este año, Tiupul y otros cinco legisladores ya habían sido expulsados de la Conaie, acusados de “traicionar la lucha del movimiento indígena”. En ese entonces, la legisladora Cecilia Baltazar, también expulsada, denunció una “persecución política interna” y calificó la medida de “arbitraria y unilateral”.
El conflicto que hoy divide a Pachakutik no es nuevo. Se arrastra desde las elecciones anticipadas de 2023, cuando el bloque legislativo quedó fraccionado entre quienes apostaban por mantener una postura de oposición radical y quienes optaban por una línea más moderada.
La llegada de Daniel Noboa al poder fue el punto de quiebre. El joven presidente, con una agenda política pragmática y reformas urgentes, encontró aliados inesperados en ciertos legisladores de Pachakutik, incluidos los ahora expulsados.
“La lucha indígena no se negocia ni se vende”, fue la frase con la que la Conaie justificó la expulsión, reforzando su postura de defensa inquebrantable de los principios del movimiento.