Nunca te des por vencido para conocer lo bueno y malo de la vida. No importa la edad. Te invito a reconocer al agente que alojas en tu estómago quizás sin darte cuenta de su maldad.Más del 50 por ciento de habitantes de la tierra conviven con él. En Africa, Sudamérica y el Caribe puede llegar al 80 por ciento. Pero, de 10 personas infectadas, solo 2 presentan síntomas, los 8 restantes son portadores crónicos capaces de contagiarte.Me refiero al Helicobacter Pylori (HP), bacteria de 3 milésimas de longitud y de forma helicoidal, provista de flagelos o patas móviles y que se trasmite de manera oral – fecal cuando consumimos alimentos manoseados por portadores, y oral – oral a través del beso o por instrumentos odontológicos no esterilizados.
El HP es un patógeno humano que coloniza la mucosa gástrica y que puede dar origen a una inflamación aguda o crónica, úlcera o 2 tipos de cáncer.
En 1875, científicos alemanes descubrieron bacterias espirales en el epitelio del estómago humano.
En 1892, el italiano Giulio Bizzozero, describió una serie de bacterias espirales que vivían en el ambiente ácido del estómago de perros.
En 1899, el profesor Walery Jaworski, de la Universidad Jaguelónica en Cracovia, investigó sedimentos de lavados gástricos obtenidos de humanos.
En 1979 fue redescubierta por el patólogo australiano Robin Warren.Hasta entonces, los médicos creían que las úlceras gástricas se debían al estrés y trataban con antiácidos y ansiolíticos.
En 1994, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos informaron que las úlceras gástricas eran causadas por HP, y recomendaron el uso de antibióticos.
El cáncer gástrico y el linfoma MALT (linfoma del tejido linfoide asociado a mucosa) han sido relacionados con HP, clasificado dentro del Grupo 1 de carcinógenos por la OMS.
Los síntomas de las lesiones gástricas son inespecíficos.Aparecen como una dispepsia en la gastritis, o dolor tipo ardor en el epigastrio, flatulencia y regurgitación ácida en las úlceras, o hemorragia gastrointestinal cuando la bacteria ha taladrado la pared del estómago o duodeno como sucede en las úlceras benignas o malignas.
Hasta el momento no se dispone del esquema ideal para erradicar la bacteria. La dificultad está relacionada con varias circunstancias, tales como susmúltiples sitios de crecimiento en extensión y profundidad en las criptas gástricas, ysu resistencia a los antibióticos. No obstante, hay tratamientos de 10 días con resultados eficaces, por ejemplo con omeprazol, dicloxacilina, metronidazol y bismuto.
Pero lo importante es la prevención. Así:
- Lavarse las manos después de usar el baño y antes de comer.
- Comer alimentos preparados adecuadamente y en sitios conocidos.
- Beber agua de fuentes limpias y seguras.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco.