MOVILIZACIÓN
Miles de ciudadanos se han congregado este martes en Cuenca para participar en una marcha en defensa del agua y en rechazo al proyecto minero Loma Larga, ubicado en las inmediaciones de Quimsacocha. Bajo el lema “Quimsacocha no se toca”, la manifestación pacífica reúne a personas de todas las edades.
El punto de partida fue el barrio de San Roque, desde donde partió la concentración hacia el centro histórico. Gremios profesionales, universidades, colectivos de mujeres, organizaciones indígenas y artístico-culturales se han sumado al llamado.
El Concejo Cantonal de Cuenca y el alcalde Cristian Zamora manifestaron su apoyo unánime a la movilización. Además, tres casas de estudios superiores suspendieron sus clases para permitir que estudiantes participen en la marcha. Organizaciones nacionales como la Conaie también hicieron un llamado a sus bases para sumarse al evento.
Muy temprano en la mañana los manifestantes comenzaron a reunirse en San Roque. La jornada inició con una ceremonia ancestral y se extendió por varios barrios del sur de Cuenca, como La Condamine, hasta llegar al centro por calles principales como Sucre, Tarqui y Bolívar.
Se observó una fuerte presencia de familias, niños y adultos mayores, muchos portando pancartas en defensa del agua. También se denunció que la Policía ha retenido algunos autobuses que transportaban personas desde otras localidades de la provincia de Azuay hacia Cuenca.
En respuesta a la creciente tensión social, el presidente Daniel Noboa firmó un decreto que declara el estado de excepción en siete provincias, entre ellas Azuay. Fuerzas policiales custodian edificios públicos como la Gobernación del Azuay.
