SEGURIDAD
Daniel Noboa Azín, presidente de Ecuador firmó este 2 de mayo dos decretos ejecutivos que reorganizan profundamente la cúpula de la Policía Nacional. Con las firmas de los Decretos 618 y 619, el mandatario anunció el cese de tres generales de distrito y designó al General Pablo Vinicio Dávila Maldonado como nuevo comandante general de la institución policial.

El primer decreto establecía inicialmente la salida del General Víctor Hugo Zárate Pérez, quien había sido nombrado comandante general en agosto de 2024. En su lugar, se designó al General Wilson Pavón Carrera.
Sin embargo, en un giro inesperado, Noboa emitió inmediatamente el Decreto Ejecutivo 619 para dejar sin efecto esa designación, y en su lugar, nombró al General Dávila como nuevo comandante de la Policía Nacional.
Además del relevo en la comandancia, también se anunció el cese del General Freddy Stalin Sarzosa, quien se desempeñaba como subcomandante general, y del General Freddy Omar Goyes, inspector general. Pablo Dávila no es ajeno a los retos operativos.
Hasta antes de este nombramiento, dirigía la Policía en la Zona 8, que comprende los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón, considerada una de las jurisdicciones más conflictivas del país por los elevados índices de violencia, extorsiones y presencia del crimen organizado.
Su trayectoria operativa, conocimiento de territorio y experiencia en zonas de alto riesgo habrían sido factores determinantes para su nombramiento, en un momento en que el Gobierno busca resultados visibles en seguridad. La salida de Víctor Zárate fue anunciada con formalidad y sin rupturas.
En una carta publicada en su cuenta de la red social X, el general agradeció al Estado, a la sociedad civil y a los organismos internacionales por el respaldo durante su gestión. “Hoy me retiro con la certeza de que la Policía Nacional del Ecuador seguirá firme, evolucionando, guiada por principios de legalidad, transparencia y respeto a los derechos humanos”, escribió, al tiempo que aseguró que continuará siendo parte de la institución desde otros espacios.
Este relevo ocurre en un contexto complejo: el país vive una ola de violencia que ha exigido una reforma profunda en las estructuras de seguridad del Estado. Desde el inicio de su mandato, Noboa ha declarado al crimen organizado como una amenaza prioritaria, y ha implementado estados de excepción, reestructuraciones militares y alianzas internacionales para fortalecer la capacidad operativa de las fuerzas del orden.
Con el nombramiento de Pablo Vinicio Dávila Maldonado como comandante general de la Policía Nacional, el Gobierno de Daniel Noboa apuesta por una figura con sólida experiencia operativa y conocimiento del territorio, especialmente en zonas críticas como la Zona 8.
Su perfil responde a la necesidad de una conducción firme y legítima dentro de la institución, capaz de liderar procesos internos de transformación que devuelvan eficacia, disciplina y confianza a la fuerza policial.
Ahora, las miradas se centran en las líneas estratégicas que marcarán su gestión: control territorial efectivo, depuración interna, fortalecimiento del eje investigativo y una lucha decidida contra el crimen organizado.
Estas son las primeras demandas tanto del Ejecutivo como de una ciudadanía que exige resultados concretos en seguridad. En palabras del presidente Noboa, el objetivo es claro: “recuperar la seguridad y la confianza de los ecuatorianos”.