El 11 de abril, la vía Balbanera – Pallatanga quedó completamente bloqueada debido a un deslizamiento de tierra en el sector Laucay, La Colombina, en el cantón Pallatanga. El derrumbe cubrió por completo los dos sentidos de la vía, dificultando el paso vehicular y generando una importante congestión.

Este tramo conecta las provincias de Chimborazo y Guayas, y su cierre afecta a miles de viajeros y comerciantes que utilizan esta arteria vital a diario. La situación obligó a los conductores y pasajeros a buscar alternativas improvisadas.
Muchos optaron por realizar trasbordos a pie, cruzando por el lado del derrumbe para llegar a su destino. Viajeros cargando mochilas, comerciantes con bultos y familias con niños se vieron obligados a caminar entre lodo y piedras, mientras esperan que las máquinas de la Prefectura de Chimborazo terminen de limpiar la vía.
El ECU 911 y el Ministerio de Transporte recomendaron tomar rutas alternas, aunque estas opciones implican desvíos considerables y más tiempo de viaje.
El deslizamiento no es un hecho aislado. Las condiciones geográficas y las lluvias constantes hacen de este tramo una zona vulnerable a desastres naturales.
A pesar de las medidas de limpieza en curso, el riesgo de nuevos derrumbes persiste, lo que subraya la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras y de tomar acciones preventivas en los sectores más críticos de la red vial. La falta de un plan a largo plazo sigue siendo una preocupación.
Para quienes deben seguir viajando, la situación es un recordatorio de la precariedad de muchas de las rutas del país. La necesidad de mejorar la seguridad vial y la resiliencia ante desastres es clara.
Mientras tanto, los viajeros continúan sus recorridos con paciencia, sabiendo que, cuando la naturaleza se impone, las soluciones son lentas y los trasbordos, inevitables.