ECONOMÍA
La economía del Ecuador ha comenzado a mostrar signos de recuperación tras la caída del 2 % del PIB registrada en 2024, aseguró el gerente general del Banco Central del Ecuador (BCE), Guillermo Avellán. La afirmación se sustenta en varios indicadores positivos observados en los primeros meses de este año, entre ellos el buen desempeño de las exportaciones no petroleras y la estabilización de las finanzas públicas.

A través de una publicación en su cuenta oficial en la red social X, difundida el pasado 4 de junio, Avellán identificó siete factores clave que sustentan este proceso de recuperación económica:
- Impulso en las exportaciones no petroleras.
- Elevado flujo de remesas enviadas por migrantes ecuatorianos.
- Aumento de depósitos y créditos en el sistema financiero.
- Medidas gubernamentales para mejorar el manejo fiscal.
- Acceso a financiamiento internacional en condiciones favorables.
- Reducción de la incertidumbre política.
- Mayor confianza en el consumo y la inversión.
El gerente también destacó el fortalecimiento del sistema de dolarización, respaldado por un incremento en las Reservas Internacionales (RI), que al 30 de mayo alcanzaron los $8.277 millones, es decir, $1.537 millones más que en el mismo periodo de 2024. Este crecimiento, explicó, se debe a una menor demanda de efectivo a nivel interno y a un ingreso neto de divisas desde el sector privado, que sumó $2.119 millones.
Avellán recalcó que este nivel de reservas permite cubrir completamente los depósitos que mantienen las instituciones financieras públicas, privadas y del sector popular y solidario en el BCE. Además, aseguró que el manejo técnico de estos recursos ha sido crucial para el funcionamiento estable de la dolarización, en un año particularmente desafiante debido a la inestabilidad política y a los problemas en el sector energético.
Finalmente, el gerente anticipó que el próximo 15 de julio se presentará el informe de cuentas nacionales del primer trimestre de 2025. De forma preliminar, el BCE proyecta que la economía del país podría crecer un 2,8 % al cierre del año. Esta previsión marca un cambio de tendencia tras un 2024 complicado, y apunta a un escenario de mayor dinamismo económico para los meses venideros.