No cabe duda que el gobierno municipal, encabezado por el alcalde y los concejales, cumple o debe cumplir un papel fundamental en la administración y desarrollo de una ciudad o cantón. Su función principal es gestionar los recursos locales y tomar decisiones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. Para ello, entre otras cosas, debe trabajar en planificación y desarrollo urbano, en prestación de servicios básicos, en infraestructura y obras públicas, en seguridad y control y, por supuesto, en fomento de la participación ciudadana, todo en el marco de la ley, con transparencia y honestidad.
Lamentablemente, al parecer, el panorama sociopolítico de la Sultana, al momento atraviesa días difíciles que indicen negativamente en la vialidad del cantón, en el desarrollo turístico que no acaba de despuntar, en el ornato, el aseo, la seguridad, en definitiva, en la cotidianidad de la vida de los ciudadanos. Los riobambeños miran, entre la preocupación, la indignación y el rechazo, la pugna entre el Alcalde y ciertos concejales; conocen de algunos funcionarios municipales con sus domicilios allanados por acción de la Fiscalía General del Estado, de conversaciones entre algunos de los implicados que revelan actuaciones comprometedoras y son investigados por presuntos delitos de asociación ilícita, tráfico de influencias y cohecho.
La fragmentación actual en el Municipio no le hace bien a la ciudad. Va en detrimento del desarrollo de la urbe y la calidad de vida y bienestar de sus habitantes. La voluntad política de los líderes debe estar, fundamentalmente, al servicio de la ciudad y sus reales necesidades e intereses. Debe concentrarse en los problemas urgentes de la ciudad: seguridad, agua potable, recolección de basura, repavimentación, movilidad, trabajo, producción, emprendimiento e innovación, derechos y protección social, todo desde una perspectiva integral.
Es urgente que las autoridades de elección popular, Alcalde y concejales, con patriotismo y compromiso cívico, más allá de sus legítimas identidades políticas, trabajen en acuerdos transparentes y programáticos en bien de la ciudadanía. Por su parte, los vecinos del cantón deben superar la inacción, la abulia social y, en la ruta del civismo, involucrarse en la solución de los problemas y la decadencia que vive Riobamba, sumergida en crisis porque no hay un proyecto de ciudad y, al parecer, el Concejo Municipal con el Alcalde no están en condiciones de liderarlo por pugnas internas.
