VIOLENCIA
El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) condenó enérgicamente lo ocurrido este viernes 4 de abril en la capital, al calificar como un “ataque criminal” el tiroteo registrado en su sede ubicada en el norte de Quito.
El edificio, situado en la intersección de la avenida Orellana y 9 de Octubre, fue blanco de varios disparos realizados desde un vehículo sin placas. Aunque el ataque no dejó víctimas fatales ni heridas entre los empleados, la amenaza fue clara: un nuevo desafío de los grupos delincuenciales organizados.
Según la Policía, el atacante disparó con un arma de fuego calibre 9 mm, causando daños visibles en las paredes y ventanas del edificio. Afortunadamente, no se registraron daños personales, pero el impacto en el ánimo de los funcionarios y en la comunidad fue inmediato.
“Este ataque es una clara respuesta de los grupos delincuenciales y las mafias penitenciarias”, expresó el SNAI, sugiriendo que el incidente es una represalia a las acciones del gobierno para desmantelar los negocios ilícitos dentro de las cárceles.
El oficial Christian Proaño, comandante del Distrito Eugenio Espejo, indicó que el vehículo usado por el atacante fue abandonado en un sector cercano, mientras la Policía realizaba pericias balísticas para dar con el responsable. Sin embargo, el ataque no solo reflejó el desafío de la delincuencia organizada, sino que también subrayó la creciente tensión en la capital, donde en las últimas horas también se produjo un intento de asalto a un blindado en el centro comercial Quicentro Sur, en el sur de la ciudad.
El SNAI, aunque preocupado por el aumento de estos actos violentos, aseguró que la situación no interrumpirá sus esfuerzos por garantizar la seguridad en los centros penitenciarios del país. “Los ataques solo refuerzan nuestra determinación de luchar por el orden y la seguridad”, afirmaron en su comunicado.
