Los ciudadanos de la tercera edad, abuelos, bisabuelos, jubilados han dado una lección de civismo que será recordada y emulada en cada jornada electoral por su expresión de compromiso y lealtad con su patria. Llegaron, el 13 de abril, a las urnas con caminar lento, pasos cortos, con bastones, con tanque de oxígeno, con dolores de rodilla, con déficits visuales y auditivos, pero con superávits de patriotismo, de conciencia crítica, para escribir una nueva historia del Ecuador.
El 13 de abril, fueron protagonistas de civismo en las elecciones democráticas; actuaron bajo el impulso del amor profundo a su familia y al país. Su presencia en los recintos electorales fue fascinante y sugestiva, motivadora, y su voto decisivo para evitar que el país sea arrastrado al abismo al que le quería conducir una tendencia política impulsada por dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Este colectivo numeroso de ancianos, serenos y altivos, con el señorío que confiere la experiencia, la serenidad, la sabiduría de las canas, nos salvaron de los comités barriales disfrazados de Gestores de la Paz, delatores financiados por el Estado; de la miseria e indigencia, de la escasez de alimentos y agua, de supermercados cerrados, de la inflación galopante y otros males propios de un Socialismo del Siglo 21, vestido de corrupción y demagogia. Este grupo humano, muchos de ellos jubilados son las personas que llevaron en sus manos las riendas y el destino de instituciones, son quienes, a su hora, sudaron y soñaron por construir la patria; y ahora, volvieron a ponerse de pie, con destellos de amor patrio en sus ojos, para asumir con decisión y valentía, con profundo patriotismo, con actitud valiente y corajuda, para salvar a su patria, más allá del voto facultativo.
Que la actitud valiente y decisiva de los abuelos del Ecuador, que percibieron que la patria estaba bajo riesgo inminente, se levantaron y actuaron, sea una lección permanente, un llamado de atención a gobernantes y gobernados, especialmente al presidente electo, para desde la unidad, la honestidad y el patriotismo, trabajar denodadamente en bien de todo el pueblo ecuatoriano.
