PROTESTAS
En respuesta al segundo día de movilizaciones contra la eliminación del subsidio al diésel, el presidente Daniel Noboa decretó un estado de excepción en siete provincias: Azuay, Pichincha, Cotopaxi, Bolívar, Santo Domingo de los Tsáchilas, Imbabura y Carchi, como una medida para contener los bloqueos de vías, marchas y disturbios que se registran en varias regiones.

La declaratoria, que estará vigente durante 60 días, establece limitaciones a la libertad de reunión, aunque aclara que se mantiene el derecho a manifestarse siempre que sea de forma pacífica.
Además de los cierres viales, una marcha importante contra la minería en Cuenca, vinculada al proyecto Loma Larga cerca de Quimsacocha, reúne a cientos de personas expresando su rechazo al subsidio al diésel y exigiendo más diálogo con el gobierno.
La ministra de Gobierno, Zaida Rovira, anunció que se han interpuesto denuncias contra los líderes de las paralizaciones y bloqueos. Según ella, algunos han convertido las protestas en “negocios” al aprovechar la crisis que genera el retiro del subsidio.
Mientras tanto, Noboa viajó a Latacunga, en Cotopaxi, donde se instaló temporalmente la sede del Ejecutivo para liderar gestiones, antes de desplazarse hacia El Oro, en el marco de su agenda oficial.