INTERNACIONAL
Estados Unidos ha iniciado una nueva fase en la construcción del muro fronterizo con México, esta vez en el desierto de Santa Teresa, entre Nuevo México y Ciudad Juárez, Chihuahua. La obra forma parte del llamado refuerzo fronterizo que fue suspendido en 2021 durante la presidencia de Joe Biden.

Este nuevo tramo, calificado como muro secundario, comenzó a construirse tras la difusión de imágenes que muestran grúas y excavadoras levantando estructuras de acero de 9 metros de altura, a lo largo de 9.6 kilómetros.
Según autoridades estadounidenses, la zona ha sido escenario de actividades de contrabando y rescates de migrantes, muchos de los cuales no sobreviven a las altas temperaturas del desierto.
La construcción del muro fronterizo fue una de las principales promesas de campaña de Donald Trump en 2016, quien prometió un gran, hermoso muro pagado por México. Sin embargo, el gobierno del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó financiar el proyecto, por lo que Estados Unidos lo construyó con fondos federales.
Durante el gobierno de Trump se instalaron 455 millas de nuevas barreras, de las cuales 49 millas no contaban con ningún tipo de muro previamente, pero en 2021, Biden detuvo el avance y canceló proyectos que se financiaban con fondos del Departamento de Defensa.
Ahora, con el regreso del republicano a la presidencia, se reactivó esta obra que se espera continúe hasta 2027 y se ubique al norte de una vieja cerca de 5.5 metros de altura.
La nueva estructura, más alta y reforzada que busca ser una respuesta al aumento en la migración irregular y al tráfico de drogas en la región fronteriza.