MÚSICA
El cantautor ecuatoriano James EC regresa a la escena musical con “La Princesa y el Triste”, una balada rock que marca el inicio de una nueva etapa en su carrera. Con una letra introspectiva y una instrumentación que fusiona el rock con matices ecuatorianos, la canción se presenta como una confesión sincera sobre el desamor y la búsqueda de identidad.
El tema fue grabado en Graba Studio, en Quito, un estudio de renombre en la industria ecuatoriana por haber acogido proyectos de artistas como Verde 70 y Juan Fernando Velasco. En la producción estuvo Nacho Freire, reconocido por su trabajo con músicos independientes y por plasmar la esencia auténtica de cada artista.
Bajo su dirección, la canción adquirió un sonido poderoso que equilibra la melancolía con la fuerza del rock. James EC compuso “La Princesa y el Triste” a partir de una experiencia personal que lo marcó profundamente. El artista revela que la canción nació como un intento de encontrar un sentido de pertenencia a través del amor, pero terminó convirtiéndose en un relato de despedida.
“Siempre he sentido que no pertenezco a ningún lugar. He pasado mi vida viajando en busca de algo que me haga sentir en casa. Creí haberlo encontrado en una persona que, como yo, también estaba rota. Pero la vida nos llevó por caminos diferentes. Ella está en España, yo sigo aquí… y esta canción es mi forma de cerrar ese capítulo”, confesó el cantante.
Inicialmente, la pieza fue concebida como un vals con raíces ecuatorianas, pero con el tiempo evolucionó hacia una balada rock con tintes nostálgicos y rebeldes. Este cambio en el estilo es la clara la dualidad emocional del artista, quien apuesta por un sonido que exprese su historia y conecte con quienes han vivido experiencias similares.
