El pueblo católico celebra la fiesta de La Virgen de La Candelaria, en la parroquia que lleva su nombre en el cantón Penipe, van dos años que no pueden festejar como acostumbraban, es decir con novena, eucaristías, entradas de chamizas, serenata a la patrona y otras actividades de carácter social, cultural y sobre todo religioso.
Las autoridades de la parroquia encabezadas por Ángel Imba, señalaron que debido a la pandemia que vive el país y el mundo, se han limitado a cumplir actividades en las familias, pues hay que evitar el contagio del Covid-19.
Añade, que era costumbre recibir a los coterráneos que en esta oportunidad regresan a saludar a la Virgen y a sus familiares, retornan de sus lugares de trabajo sea en Riobamba, Quito, Guayaquil, el Oriente y muchos inclusive del exterior especialmente de España, Alemania y Austria.
Los años anteriores iniciaban con la caminata desde la cabecera cantonal, es decir desde Penipe llegando con la imagen al templo de la parroquia una semana antes, luego organizaron actividades deportivas, culturales, corridas de toros, peregrinación a los diferentes barrios y comunidades.
Recordaron que la parroquia es el paso obligado al Capac Urco o nevado El Altar, varias familias se dedican a brindar atención a los turistas como guías, brindar alimentación y estadía.
El presidente del Gobierno parroquial, señaló que la principal actividad de las familias es la producción agrícola y pecuaria, en esta administración gracias al apoyo del Municipio de Penipe y el Consejo Provincial llegan con ayuda y entregan ganado vacuno variedad normando que se adapta bien en el sector.
El trabajo también es el mejoramiento y mantenimiento de las vías, pues es importante para que las familias trasladen sus cosechas a las ciudades de Penipe y Riobamba.
Uno de los proyectos que impulsan es el apoyo a los adultos mayores y aspiran contar con el centro gerontológico pues un alto número de habitantes forman parte de este grupo social.
