La Mini Tri cayó 1-0 ante Bolivia y quedó fuera de la próxima Copa del Mundo Sub-17. El equipo no logró consolidar su juego a lo largo del Sudamericano y se despidió con su actuación más débil del torneo. ¿Fracaso? Es una palabra fuerte, pero difícil de evitar cuando el objetivo era claro: clasificar al Mundial.
La Selección Sub-17 de Ecuador quedó fuera de la cita mundialista tras caer por la mínima ante Bolivia en el Campeonato Sudamericano Sub-17, en un partido donde los errores propios y la falta de ideas terminaron sentenciando su destino.
El encuentro, disputado en el marco de la última jornada de la fase final del torneo, dejó una sensación amarga para el combinado nacional, que llegaba con la obligación de sumar puntos para mantenerse con vida en la lucha por un boleto mundialista.
Sin embargo, lo mostrado en cancha estuvo lejos de las expectativas. Fue, sin lugar a dudas, el peor partido de Ecuador en el torneo. A pesar de mantener la posesión del balón durante gran parte del juego, la Mini Tri careció de profundidad, claridad y contundencia.
El equipo se mostró desorganizado, impreciso y sin capacidad de reacción frente a la presión boliviana. El nivel individual tampoco acompañó. Figuras que habían destacado en partidos anteriores, como Justin Lerma, no lograron sostener su rendimiento.
La falta de conexión entre líneas y la escasa creatividad ofensiva evidenciaron los problemas estructurales que arrastró el equipo durante todo el Sudamericano. El golpe final llegó a través de un error que terminó siendo fatal.
Deinner Ordóñez falló en la salida, permitiendo que Santos García robara el balón y, con un remate cruzado, marcara el único tanto del partido. Un gol que no solo significó la victoria boliviana, sino también la clasificación histórica de Bolivia a su tercer Mundial Sub-17.
