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miércoles, abril 30, 2025

Militar en servicio activo enfrenta cargos por pornografía infantil y violación

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VIOLENCIA

La Fiscalía presentó cargos contra Kevin L., un militar en servicio activo, tras una exhaustiva investigación, por su presunta implicación en dos delitos graves: pornografía infantil y violación, el 2 de abril en Latacunga.

Kevin L., militar en servicio activo, detenido por su presunta implicación en delitos graves.

La historia comienza con una madre, que durante su viaje en bus hacia el Puyo y luego a El Pangui, en Morona Santiago, hizo un hallazgo fortuito que desvelaría la pesadilla. En el piso del bus, la mujer encontró dos dispositivos de almacenamiento, que, sin que nadie los reclamara, guardó sin pensar demasiado en el asunto.

Sin embargo, al revisar los dispositivos en casa, la verdad salió a la luz: horribles imágenes y videos de abuso sexual infantil, con un hombre de uniforme militar cometiendo el crimen. En uno de los videos, se observa la desgarradora escena de una niña de tan solo seis años siendo víctima de violencia sexual.

Aterrada por el contenido, la madre no dudó en alertar a las autoridades, proporcionando datos cruciales como las direcciones encontradas en las facturas adjuntas, que apuntaban a Cotopaxi.
Fue entonces cuando la Fiscalía decidió tomar cartas en el asunto, comenzando una investigación que, poco a poco, iría conectando las piezas de un rompecabezas.

El operativo, ejecutado en la madrugada del 1 de abril, dio como resultado la detención de Kevin L. en su lugar de trabajo, un recinto militar en Morona Santiago.

En el allanamiento a dos inmuebles, las autoridades incautaron una variedad de evidencias, incluyendo terminales móviles, un CPU, y material explícito relacionado con el abuso sexual infantil, todo registrado en la Policía Judicial de Cotopaxi para asegurar la cadena de custodia.

Además de los delitos de pornografía infantil, que involucran a menores de edad, el procesado está acusado de haber violado a sus hermanastros, un niño de 8 años y una niña de 6 años, quienes también fueron víctimas de su agresión. Las pruebas recabadas durante la investigación han sido clave para el proceso judicial.

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