La Policía Nacional se hizo presente en el lugar de los hechos, pero solo observaron que los comuneros realicen su ancestral justicia indígena. No pasó a mayores.
Un hombre de alrededor de 40 años recibió el baño de purificación de la ancestral Justicia Indígena, la cual se aplica cuando algún comunero irrespeta las normas de convivencia de esas zonas rurales, pues en este caso, el detenido fue acusado del hurto de tres borregos. El ajusticiamiento se dio en la noche del jueves 3 de febrero de 2022 en la parroquia de Santiago de Quito, perteneciente al cantón Colta.
Alberto Pucuna, quien fue designado como uno de miembros de la comisión para la Justicia Indígena dijo que el sospechoso fue sorprendido en el cantón Guamote, específicamente en la feria, en donde trataba de vender tres borregos que días antes fueron hurtados.
Los afectados identificaron a sus animales plenamente, por lo que el sospechoso fue llevado hasta Santiago de Quito, en donde por más de tres horas los dirigentes dialogaron en su idioma para buscar el castigo pertinente.
Pasaron los minutos y la fría noche cayó en dicha parroquia, y fue hasta cerca de las 19:00 h del jueves, que los altos mandos comuneros decidieron el baño de purificación que consiste ortigarlo y bañarlo con agua helada.
Al menos 150 metros el sospechoso caminó completamente descalzo y semidesnudo, esos sí con su mascarilla, y llegó hasta las orillas de la Laguna de Colta, en donde reconoció su error enfrente de todos, pidió disculpas y prometió que no lo volverá hacer.
