LIGAPRO
El fútbol ecuatoriano atraviesa una de sus temporadas más inestables en los últimos años, iniciado agosto, la LigaPro ya suma 12 entrenadores despedidos. La lista es larga y diversa, nombres con experiencia internacional, ídolos convertidos en entrenadores y técnicos de perfil bajo que llegaron con la misión de rescatar a equipos comprometidos con la tabla del descenso. Ninguno logró consolidar su trabajo.
El año comenzó con movimientos rápidos. Santiago Escobar dejó el banquillo de Orense, Pablo “Vitamina” Sánchez salió de Liga y Álex Pallarés no continuó en Macará, le siguió Segundo Castillo, en Barcelona; en Emelec, Jorge Célico corrió la misma suerte tras un empate ante Universidad Católica.
Paúl Vélez y José Hernández no sobrevivieron en Técnico Universitario; Nicolás Chietino salió del Delfín sin conseguir resultados; en Mushuc Runa se fue Ever Hugo Almeida y días después, su reemplazo, Fabián Frías, también fue despedido.
Omar Asad dejó su cargo en El Nacional y el último en sumarse a la lista fue Juan Grabowski, que dejó Vinotinto después de la eliminación en Copa Ecuador. Por ahora, lo único cierto es que, en la LigaPro, la paciencia dura menos que un mal resultado y el técnico es siempre el fusible más fácil de cambiar.
