En vísperas de una semifinal histórica de Copa Libertadores, Liga Deportiva Universitaria se encontró con un ruido mediático que intentó alterar la calma de su plantel.

El apuntado fue Gonzalo Valle, figura indiscutible del equipo en el recorrido internacional del club. El guardameta albo, héroe en la serie de cuartos de final frente a São Paulo, apareció con un supuesto interés europeo. Desde ciertos sectores de la prensa se difundió la versión de que un club del Viejo Continente, tendría la mira puesta en el seleccionado ecuatoriano para la próxima temporada.
La noticia se propagó con la fuerza de un rumor que carece de sustento. Ante el eco de la especulación, la dirigencia de Liga respondió, “Gonzalo Valle tiene contrato por un buen tiempo, son tres años más con nosotros. No hemos recibido ninguna propuesta por parte de ningún equipo”, puntualizó el directivo, bajando el telón a cualquier posibilidad inmediata de transferencia, el contrato de Valle se extiende hasta finales de 2028, lo que asegura que su futuro está atado a la institución alba por varias temporadas.
Si algún club extranjero realmente quisiera hacerse de sus servicios, la negociación tendría que darse directamente con Liga, que ostenta la totalidad de sus derechos deportivos. No es casualidad que estos rumores aparezcan justo cuando el equipo capitalino se juega una de sus cartas más importantes en el escenario continental.
A puertas de disputar una semifinal de Libertadores, las versiones sobre la inminente salida de su arquero parecen más un intento de desestabilizar que un hecho periodístico comprobado. La figura de Valle ha crecido de manera exponencial en 2024, sus atajadas han salvado partidos y su liderazgo en el arco ha transmitido seguridad a una defensa que encontró en él a su último bastión. En esa línea, la expectativa sobre su futuro es comprensible, pero el modo y el momento en que se lanzan este tipo de noticias generan molestias en la comunidad liguista.