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sábado, octubre 4, 2025

29S: Efraín Fueres

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Por: Salvatore Foti

El 29S puede ser recordado en el país como el día en el cual la polarización finalmente ha desembocado en violencia. Ahora la polarización no es solamente dialéctica ni se expresa solo con agresiones verbales, sino que ya es oficialmente violenta y armada. Violenta, porque ya hubo un muerto durante las manifestaciones; y armada, porque un lado de la polarización sí cuenta con armamento letal para callar al oponente definitivamente o para herirlo o apresarlo bajo la acusación de terrorismo y enviarlo a una cárcel donde el día anterior hubo 17 víctimas por confrontaciones entre bandas.

La polarización hoy quiere intimidar y asustar a quien protesta o no está conforme con las decisiones del Ejecutivo. Algunos hablan de que lo que vive hoy el país es fascismo, pero yo no coincido, porque inclusive el fascismo responde a una ideología, y eso me parece que es mucho pedir a un Ejecutivo bastante en dificultades a la hora de exponer objetivos y visión de país. Así que yo diría que simplemente se trata de un Gobierno caprichoso y prepotente que no está midiendo muy bien los efectos que puede desencadenar la violencia de la cual él también es causante, dado que no es lo mismo que a las piedras se responda disparando con armas de guerra. Otra cosa que revela prepotencia es la falta de pronunciamiento expresando condolencias o prometiendo que se hará justicia apresando a los responsables del asesinato.

Otro síntoma de prepotencia fue es ver que el 28S se movilizó un convoy “humanitario” que no contaba con miembros de la Cruz Roja y que terminó siendo acusado, por testigos, de haber llegado como conquistadores y poniendo en práctica tácticas de guerra que incluyeron la suspensión del internet y de la luz para seguir intimidando al enemigo. Es realmente grave lo que pasa en el país y, más grave aún, es estar del lado equivocado de la historia. El Gobierno tiene voluntad política para amedrentar y castigar con fuerza a sus opositores pero calla y permite que en las cárceles sigan mandando los reclusos o que para las ciudades más peligrosas del país no haya convoy humanitario. Que feo es tenerle miedo al Gobierno.

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