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jueves, octubre 9, 2025

Independencia de Guayaquil          

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Los actos programados en la Perla del Pacífico para este 9 de Octubre, fecha conmemorativa de la independencia de Guayaquil, ocurrida hace 205 años, en esta ocasión han vuelto a tener el esplendor y el boato que ha caracterizado históricamente a esta celebración, a excepción de los años del coronavirus.

El 9 de Octubre de 1820, fecha en que se concretó la Independencia de Guayaquil, es una de las más gloriosas gestas en la historia nacional y de la emancipación americana. Olmedo, Villamil, Escobedo, Antepara, Urdaneta, Letamendi, Febres Cordero, Lavayen, Elizalde, Roca y Ximena fueron los protagonistas de la proeza octubrina.

Guayaquil es una ciudad de vanguardia y con su laboriosidad y empuje ha contribuido al progreso de la República. Es la ciudad del trabajo, de las iniciativas de largo aliento, acostumbrada a resurgir de sus cenizas y avatares con mayor vigor y lozanía.  En las últimas décadas, su desarrollo urbanístico y turístico la ha situado entre las primeras urbes latinoamericanas.

Si bien la trayectoria e imagen de Guayaquil, su protagonismo nacional se ha proyectado más en el ámbito del desarrollo económico, no es menos cierto que en el ámbito político ha desempeñado un rol incuestionable. De hecho, guayaquileños han sido muchos personajes convertidos en figuras nacionales como fundadores y cabezas de partidos políticos que han llegado a la presidencia de la República. Muchos episodios de la historia nacional se han amasado en las calles del Puerto Principal, convertido en no pocas ocasiones en el eje de las transformaciones y decisiones que han marcado la vida de la nación.

Pero también hay que destacar el desenvolvimiento cultural, artístico, intelectual y deportivo de la urbe huancavilca que se ha puesto de relieve a través de sus artistas, de sus escritores y poetas, de un periodismo frontal y combativo, de sus figuras deportivas. En Guayaquil, la fragua de Vulcano no ha dejado de fundir los yugos y las cadenas en bien de la libertad, la justicia y el progreso del Ecuador. La llama encendida aquel 9 de Octubre de 1820 no se apagó jamás; sigue viva en el espíritu emprendedor y solidario de su gente, que ha sabido sobreponerse a las adversidades naturales, económicas y sociales con temple y orgullo.

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