OLIMPIADAS.-
Este emblemático río, elegido como sede para las pruebas de triatlón y natación en aguas abiertas, ha presentado niveles de toxicidad que ponen en riesgo la salud de los atletas y el desarrollo normal de las competiciones.

Desde la decisión de utilizar el Sena para las pruebas olímpicas, la preocupación por su calidad de agua ha sido constante. A pesar de los esfuerzos del Gobierno francés y las autoridades parisinas para sanear el río, las lluvias recientes del viernes y sábado pasado agravaron la situación. Estas precipitaciones causaron el desborde de las cloacas, permitiendo que aguas residuales ingresaran al Sena sin pasar por las plantas depuradoras.
Como resultado, los niveles de Escherichia coli (E.Coli) y Enterococcus en el agua han superado los límites recomendados por la federación internacional, que establece máximos de 1.000 y 600 unidades formadoras de colonias (UFC) por 100 mililitros de agua, respectivamente. El martes, a minutos del inicio del triatlón masculino, los organizadores decidieron aplazar la prueba debido a la persistente contaminación. “Pese a la mejora de la calidad del agua en las últimas horas, los niveles en algunos puntos del recorrido de nado siguen por encima de los límites aceptables”, afirmaron en un comunicado.
La prueba masculina fue reprogramada para el miércoles a las 03:45 am (hora ecuatoriana), después del triatlón femenino programado para la 1:00 am. Sin embargo, el desarrollo de ambas pruebas está condicionado a los resultados de un nuevo análisis de la calidad del agua que se realizará durante la madrugada. Si los niveles de contaminación no mejoran, las competiciones podrían volver a postergarse. La triatleta ecuatoriana Elizabeth Bravo, que competirá en el triatlón femenino, deberá esperar a la decisión de la organización para plantear la estrategia de su participación. Por lo pronto se conoce que estas pruebas quedan suspendidas hasta el viernes 2 de agosto, entre las posibilidades que también se contempla, está el cambiar de escenario.