TERREMOTO
Un potente terremoto de magnitud 7.7 sacudió el sudeste asiático este viernes 28 de marzo de 2025, con epicentro en la región de Sagaing, Birmania.
El sismo, registrado a las 12:50 hora local (6:20 GMT) a una profundidad de 10 kilómetros, provocó una ola de destrucción y caos en varias localidades de Birmania y Tailandia. Minutos después, una fuerte réplica de 6.4 agravó la situación, complicando las labores de rescate.
Las autoridades birmanas informaron de al menos 144 fallecidos y 732 heridos, según declaraciones del jefe de la junta, Min Aung Hlaing, en una transmisión oficial. Las zonas más afectadas incluyen la capital, Naipyidó, con 96 víctimas mortales, así como Sagaing y Kyaukse, que registraron 18 y 30 fallecidos respectivamente.
En Tailandia, el impacto también fue significativo. Imágenes compartidas en redes sociales muestran el derrumbe de un rascacielos en construcción en el distrito de Chatuchak, Bangkok, reducido a escombros en cuestión de segundos.
Videos virales documentan escenas de pánico: edificios tambaleándose, piscinas desbordándose y personas evacuando las estructuras con urgencia. Ante la crisis, la primera ministra Paetongtarn Shinawatra declaró el estado de emergencia en la capital y emitió una serie de recomendaciones de seguridad a la población.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) advirtió que cerca de 800,000 personas pudieron haber experimentado temblores violentos y alertó sobre la posibilidad de un alto número de víctimas fatales.
En Birmania, la situación es particularmente crítica debido a la guerra civil en curso y las restricciones en la comunicación, lo que dificulta la recolección de datos precisos sobre el impacto real del desastre.
Los equipos de rescate trabajan sin descanso para salvar a las personas atrapadas entre los escombros, mientras que la Cruz Roja reporta cortes de electricidad y de internet en varias zonas afectadas.
A pesar de la serie de réplicas registradas, las autoridades tailandesas han descartado el riesgo de tsunami. Sin embargo, el alcance total de la tragedia aún está por determinarse, mientras la comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la catástrofe.
