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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles una suspensión temporal de 90 días en la imposición de aranceles recíprocos, medida que beneficiará a más de 75 países que, según el mandatario, han optado por buscar una vía diplomática en lugar de responder con represalias comerciales.
La decisión, sin embargo, deja fuera a China, que enfrentará un aumento inmediato en los aranceles a sus productos exportados a EE. UU., pasando del 104% al 125%. La exclusión se da tras la respuesta del gobierno de Pekín, que impuso un arancel del 84% a productos estadounidenses.
“Estamos premiando a los países que han decidido negociar en lugar de atacar. Esta pausa de 90 días les da una oportunidad para llegar a un acuerdo comercial justo”, escribió Trump en su red social, al tiempo que enfatizó que los países que adoptaron represalias, como China, seguirán enfrentando duras consecuencias.
El mandatario también reveló que la reducción de los aranceles recíprocos a un 10% será efectiva de inmediato durante el período de gracia para los países incluidos en la lista. Aunque no se ha divulgado el listado completo, se presume que naciones latinoamericanas como Ecuador estarían entre las beneficiadas, debido a su bajo nivel de aranceles vigentes con EE. UU.
A pesar del anuncio, persisten varias interrogantes. La Casa Blanca no ha emitido un comunicado oficial que detalle los alcances de la medida. Se desconoce, por ejemplo, si aranceles específicos como el del 20% sobre productos relacionados con el fentanilo, aplicados a México y Canadá, serán afectados por esta suspensión.
En un tono característico, Trump se refirió con sarcasmo a la avalancha de contactos diplomáticos recibidos tras el anuncio inicial de sus políticas arancelarias: “Nos están llamando todos los días. Me ruegan por un acuerdo”, dijo durante una intervención frente a líderes del Partido Republicano.
El mercado bursátil reaccionó con optimismo tras la noticia. Wall Street registró un repunte significativo, reflejando la expectativa de los inversores ante una posible distensión comercial a corto plazo.
Mientras tanto, la comunidad internacional permanece atenta a los próximos pasos de Washington, en un contexto global marcado por la volatilidad económica y las tensiones comerciales con China, que siguen sin visos de resolución.
