16.2 C
Riobamba, EC
miércoles, abril 30, 2025

Decidió continuar en su lucha titánica

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

Definitivamente, la Fiscal de la Nación, Diana Salazar es una mujer excepcional. En el marco de la ley, acaba de tomar una decisión heroica en bien de la Patria al prorrogarse en sus funciones hasta tanto el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social CPCCS, ese organismo estatal irresponsable, ineficiente, corrupto y otros epítetos de esta naturaleza que le calzan muy bien, creado en la Constitución de Montecristi, decida llevar adelante el proceso correspondiente.

Los seis años de fructífera labor de Diana Salazar fenecieron y bien pudo retirarse con gloria y mucha pena del pueblo ecuatoriano y abandonar el campo minado en que se mueve en medio de amenazas, chantajes, coacciones, intimidaciones venidas de la corrupción política y sus nexos. Ella, heroína al servicio de la Patria, mujer incuestionablemente decidida, valiente, incorruptible, patriota, íntegra, decidió continuar en su lucha titánica contra una caterva de politiqueros oportunistas, carteles de la droga, traficantes de armas, lavadores de activos, narcotraficantes, jueces y fiscales involucrados en los escandalosos casos de Metástasis, Purga, Plaga y más delincuentes organizados.

Con mucha razón, la prestigiosa revista estadounidense Time le ubicó a esta excepcional mujer ecuatoriana entre los personajes más influyentes del mundo en 2024. Y al colocarla en este sitial de honor y privilegio a nivel mundial, la revista destaca “el trabajo de una mujer que, pese a la poca confianza en las instituciones, insiste en que la justicia no se pondrá de rodillas “ante el monstruo de la corrupción enquistada durante el régimen correísta en los más altos niveles de la administración pública, ante la mafia criolla integrada  por  políticos  corruptos que  han saqueado  lar arcas  fiscales engulléndose miles de millones  de dólares del  pueblo ecuatoriano.

A esta mujer excepcional, Diana Salazar, Fiscal General de la Nación, hay que respaldarla, apoyarla, cuidarla, protegerla, cerrar filas para defenderla de los peligros, riesgos, amenazas que, desde las sombras, desde las cloacas, acechan con ojos carroñeros para difamar y acabar con esta mujer valiente, a quien no le tiembla la mano a la hora de actuar dentro de la los escandalosos casos que ha puesto al descubierto.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email