LIGAPRO
El empate sin goles en el Monumental deja al Ídolo del Astillero en el segundo lugar de la tabla, ante la falta de soluciones ofensivas. Deportivo Cuenca, sin grandes alardes, le plantó cara a un equipo que empieza a vivir una crisis futbolística encubierta.

Barcelona Sporting Club, necesitaba ganar para seguir en la cima de la LigaPro, pero no pudo con un Deportivo Cuenca disciplinado, pragmático y paciente. El 0-0 final no solo significó la pérdida del primer lugar en la tabla, sino que alimentó una creciente sensación de que el equipo de Segundo Alejandro Castillo no está a la altura de las exigencias tácticas de esta fase del campeonato.
El partido, que cerró la jornada del viernes, tuvo todos los ingredientes de una noche frustrante. Desde el primer minuto, Barcelona intentó adueñarse del balón, llevando el juego al campo rival con posesión alta y pases laterales que, sin embargo, carecieron de profundidad y creatividad.
En ese dominio estéril comenzó a dibujarse la narrativa de un equipo que depende más del impulso que de un modelo definido. Deportivo Cuenca llegó a Guayaquil sin la presión de ser favorito, pero con una propuesta de cerrar espacios, reducir los márgenes de acción de los mediocampistas creativos amarillos y aprovechar cualquier error en la salida.
Norberto Araujo, exjugador y ahora entrenador del conjunto azuayo, leyó el partido con precisión. Le entregó el balón a Barcelona, pero no le permitió convertir esa posesión en ocasiones claras. El orden táctico fue la gran fortaleza del Expreso Austral. Con dos líneas bien marcadas, cerró los pasillos interiores y obligó a Barcelona a volcarse por las bandas.
Ahí, la ofensiva torera encontró sus primeras limitaciones. Janner Corozo no logró desbordar con claridad, y los constantes cambios de frente se convirtieron en un recurso repetitivo que Cuenca supo anticipar sin sobresaltos.
Con este empate, Barcelona pierde momentáneamente el liderato de la LigaPro, que ya lo tiene Independiente del Valle. Más allá de la posición en la tabla, el resultado tiene un impacto anímico en el plantel y en la hinchada, que volvió a mostrar su inconformidad al cierre del partido.