Por: César Ulloa
¿Quién se ocupa de los ciudadanos? Mientras la Policía y el Ejército apresan a los delincuentes, terroristas y desestabilizadores de la paz, la justicia los libera al otro día, porque no se dictó la sentencia correcta. Incluso, las flagrancias no sirven de nada. Los pillos y criminales entran y salen de las cárceles como si estuvieran en sus casas. Parecería que un porcentaje importante de los operadores de justicia está del lado del crimen, sin perder de vista que otro tanto de ellos vive amenazado, atemorizado y vejado por los maleantes.
Las leyes deben estar del lado de las personas, quienes ahora mismo están en indefensión, porque los delincuentes tienen para pagar defensores, chantajear a los jueces y comprar sentencias a la carta. Mientras esto siga sucediendo, los esfuerzos de miles de policías y militares quedan en la nada. Las bandas criminales se burlan en nuestra cara y todos los días. Cuentan con más recursos y ahora cooptan las instituciones del Estado. La narcopolítica es una lamentable realidad. ¿Cuándo llegamos a este estado de cosas? ¿Quiénes son los responsables?
Sin duda, el gran acuerdo nacional es contra el crimen organizado. Sin justicia, seguridad y paz, ningún país se desarrolla o genera sentido de pertenencia. Es el momento para cerrar filas, depurar la Justicia, atacar los medios y los espacios de la economía criminal, denunciar a los aliados de las bandas y depurar a las instituciones del Estado. No se puede naturalizar la muerte, el secuestro, la venta de droga como si nada.
Hay que seguir recuperando los espacios públicos, pero también implementar una política social que dignifique la vida de las personas para que no sean presas fáciles de la delincuencia común y del crimen organizado. Por otra parte, se requiere volver a los valores, a la construcción de ciudadanía, a la cooperación entre las funciones del Estado y los niveles de gobierno. La lucha contra la inseguridad no es solo y exclusivamente del Ejecutivo, sino de todos. Miremos las experiencias exitosas de otros países sin perder de vista nuestras particularidades. El acuerdo es ahora.
