EDUCACIÓN
En la ciudad de Riobamba, provincia de Chimborazo, una historia inspiradora florece dentro de la Unidad Educativa Isabel de Godín. Se trata de Israel Almeida, estudiante del tercer año de Bachillerato Técnico FIP en Informática, cuya vida es un claro testimonio de que las barreras físicas no son impedimento cuando la voluntad y la determinación están presentes.
Israel nació con una discapacidad física congénita que limita el desarrollo de sus extremidades superiores e inferiores. A pesar de ello, ha convertido cada dificultad en una oportunidad para crecer, desarrollarse y demostrar que los límites, más que físicos, son mentales. Su actitud positiva y perseverancia lo han acompañado desde sus primeros años, enfrentando cada reto con admirable entereza.
Gracias al constante respaldo de su familia, sus docentes y compañeros, Israel ha destacado por su rendimiento académico y se encuentra próximo a culminar sus estudios de bachillerato. Su destreza en el manejo de herramientas informáticas y su constancia diaria en el aula lo han posicionado como un ejemplo de esfuerzo y dedicación.
La comunidad educativa lo reconoce no solo por su excelencia académica, sino también por su calidad humana. Israel es un símbolo de esperanza, un joven que inspira a quienes lo rodean y demuestra, día a día, que los sueños pueden cumplirse cuando se los persigue con pasión y convicción.
