GASTRONOMÍA
Con aromas que despertaban el apetito y sabores que evocaban la esencia de la cocina ecuatoriana, la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (ESPOCH) celebró con éxito el “Festival del Verde”, este 12 de junio, un evento organizado por la carrera de Gastronomía que se convirtió en una verdadera fiesta culinaria.
La jornada, cargada de color, creatividad y entusiasmo, reunió a estudiantes, docentes y público en general en un espacio donde la tradición gastronómica del país fue la gran protagonista. El ingrediente central del festival fue el verde, producto típico de la Costa ecuatoriana, conocido por su versatilidad y profundo arraigo en la cocina nacional.
Los asistentes pudieron disfrutar de una exquisita muestra gastronómica que incluyó platos como bolones, empanadas, corviches, tortillas de verde, muchines, chifles, cazuelas, entre otros manjares, todos elaborados con técnicas aprendidas en las aulas y perfeccionadas con pasión por los estudiantes de la carrera.
Cada stand fue una oportunidad para que los futuros chefs politécnicos demuestren sus habilidades culinarias, su conocimiento de las recetas tradicionales y su capacidad para innovar, siempre respetando la esencia del producto.
Los sabores del verde se fusionaron con ingredientes típicos de otras regiones del país, evidenciando la riqueza cultural y la diversidad del Ecuador. Además de deleitar el paladar, el festival también buscó fortalecer la identidad gastronómica local, incentivar el emprendimiento juvenil y fomentar el aprendizaje práctico como parte fundamental de la formación académica.
Docentes y organizadores destacaron la importancia de estas iniciativas, no solo como vitrinas del talento estudiantil, sino como espacios para promover el patrimonio alimentario nacional. “La cocina ecuatoriana tiene un enorme potencial y nuestros estudiantes están preparados para ser embajadores de ella dentro y fuera del país”, señalaron representantes de la facultad.
El “Festival del Verde” se consolida, así como una experiencia enriquecedora tanto para los participantes como para los asistentes, quienes encontraron en la feria una oportunidad para reconectarse con los sabores tradicionales y apoyar a las nuevas generaciones de profesionales de la gastronomía.
