Por: Fedgar
No solo el dolor de abandonar a su familia, la patria, sus costumbres, lacera el alma, el corazón y la vida de hombres y mujeres de miles de compatriotas, que tras la tragedia que viven en su patria, por la falta de oportunidades para surgir y tener una vida digna, abrazan un sueño que luego se convierte en una pesadilla y solo les queda la implacable deportación.
La situación de los inmigrantes ecuatorianos en Estados Unidos es cada vez más incierta debido a las políticas migratorias del presidente Donald Trump, quien ha endurecido las medidas para deportar a migrantes indocumentados. Esto ha generado preocupación entre los connacionales, que viven en Estados Unidos y aquellos que planean migrar.
Pues, las deportaciones masivas anunciadas por Trump han generado incertidumbre y temor entre los inmigrantes ecuatorianos, quienes enfrentan la posibilidad de ser separados de sus familias y regresar a un país sin oportunidades laborales.
Según datos de la organización 1800 Migrante, en 2024 se registró una cifra récord de expulsiones y deportaciones de ecuatorianos desde Estados Unidos, con un total de 124.023 personas afectadas.
En consecuencia, el gobierno ecuatoriano enfrenta el desafío de abordar las consecuencias de las deportaciones y garantizar la reinserción de los migrantes en el país. Los especialistas consideran que el Estado ecuatoriano está en deuda con los migrantes deportados, quienes no encuentran programas de reinserción o mejoras en seguridad, empleo y oportunidades.
La falta de políticas efectivas para abordar la migración podría tener consecuencias graves en la economía y en nuestra sociedad.
Algunos países de la región, como México, han implementado programas de apoyo para los deportados, como la entrega de tarjetas con beneficios económicos para facilitar su reintegración.
En Ecuador urge aprender de estas experiencias y diseñar políticas que mitiguen los efectos negativos de las deportaciones y promuevan la inclusión social de los migrantes retornados.
En consecuencia, la situación de los inmigrantes ecuatorianos en Estados Unidos es compleja y requiere una atención especial del gobierno ecuatoriano. Es fundamental que se diseñen políticas efectivas para abordar las consecuencias de las deportaciones y garantizar la reinserción de los migrantes en el país. Solo a través de una acción colectiva y coordinada se puede mitigar el impacto negativo de estas políticas y promover el desarrollo y la inclusión social de los migrantes ecuatorianos.
Como soñar no cuesta nada, elevemos nuestras oraciones al Todo Poderoso, para que ilumine al gobierno y centre sus esfuerzos en solucionar los ingentes problemas que afrontamos la sociedad ecuatoriana y mitigue tanto infortunio. Dejemos de confrontaciones estériles y vayamos hacia una unidad seria y sincera para remontar la situación imperante.
