DESPEDIDA
El movimiento indígena del Ecuador despidió con profundo pesar a uno de sus líderes más emblemáticos: Carlos Antonio Vargas Huatatoca, expresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), quien falleció el domingo 29 de junio de 2025, en vísperas de la celebración del Inti Raymi, la fiesta del sol y la gratitud a la Pachamama.

Sus restos fueron velados en la sede de la CONFENIAE, en Unión Base, donde cientos de comuneros, dirigentes de base, familiares, amigos, y autoridades de la provincia acudieron a rendirle homenaje y expresar su solidaridad con la familia y con las organizaciones a las que dedicó su vida.
Durante las jornadas de velorio y despedida, resonaron las palabras que Vargas pronunció en una de sus últimas intervenciones públicas: “Jóvenes, amen a sus padres, conserven sus costumbres, cuiden la naturaleza, luchen por sus derechos…”. Esta frase refleja el legado espiritual y político de un dirigente que dedicó su vida a defender la identidad, el territorio y los derechos colectivos de los pueblos indígenas.
Antonio Vargas fue una figura clave en la historia del movimiento indígena amazónico. Su liderazgo se consolidó durante la emblemática marcha a Quito, en la que exigieron la legalización de los territorios ancestrales de las nacionalidades de Pastaza. Bajo su conducción, la CONAIE alcanzó importantes conquistas sociales y políticas que aún hoy perduran en la memoria colectiva.
Según sus familiares, su delicado estado de salud se agravó debido a que no continuó con sus tratamientos médicos convencionales. Su conversión al cristianismo evangélico lo llevó a depositar su fe en la oración y el ayuno, alejándose tanto de los hospitales como de las prácticas ancestrales de sanación.
A pesar de su partida, la memoria de Antonio Vargas seguirá viva en las luchas del movimiento indígena ecuatoriano y en el corazón de quienes lo acompañaron en su camino. Su voz y su ejemplo serán faro para las nuevas generaciones que buscan justicia, dignidad y respeto para los pueblos originarios.