Por: Fedgar
Debemos reconocer que los ecuatorianos nos hemos vuelto apáticos frente a la realidad socio política del país. Una actitud de quemeimportismo, de indiferencia y desinterés, flota en el ambiente de nuestra nación. Pareciera que la desgracia del país, a la mayoría de la población ya no le importa un bledo.
Pues, la apatía de los ecuatorianos se debe a varias razones, incluyendo a la falta de oportunidades laborales. El desempleo y subempleo son problemas significativos en Ecuador. En diciembre de 2024, el empleo adecuado disminuyó a 2.830.688, mientras que el subempleo aumentó a 2.095.810. La pobreza y pobreza extrema están en aumento. En 2024, la pobreza llegó al 28%, y la pobreza extrema alcanzó el 12,7%. La pobreza urbana es del 20,9%, y la pobreza rural es del 43,3%.
La inseguridad es un problema grave, con un aumento en los homicidios intencionales y desapariciones. En 2024, se registraron 6.986 homicidios intencionales y 6.874 personas desaparecidas. Por otro lado, el costo de la vida es alto, y la canasta familiar cuesta más que el salario básico unificado. En 2024, la canasta familiar costaba $797,97, mientras que el salario básico unificado era de $460.
La falta de confianza en las instituciones y la percepción de que los gobernantes no responden a las necesidades de la población, también contribuyen a la apatía. Ha aumentado la migración y búsqueda de mejores oportunidades. Muchos ecuatorianos migran en busca de mejores oportunidades laborales, educativas y de vida, lo que puede generar apatía hacia la situación política y económica del país.
En fin, el Ecuador enfrenta varios problemas políticos de actualidad, incluyendo la polarización y la falta de consensos entre las fuerzas políticas han obstaculizado la búsqueda de soluciones a los problemas del país. La corrupción y la falta de transparencia en la gestión pública han minado la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
La crisis económica y la desigualdad socioeconómica representan obstáculos para el desarrollo equitativo del país. La gestión de recursos y la implementación de políticas públicas han sido cuestionadas, generando incertidumbre en la población. La influencia de actores externos en la política ecuatoriana ha suscitado preocupación en la sociedad, generando debates en torno a la soberanía y la autonomía política. La participación activa de la ciudadanía y el papel de los movimientos sociales en la escena política son fundamentales para impulsar cambios.
Como soñar no cuesta nada, debemos estar conscientes que estos problemas políticos actuales en Ecuador requieren una atención cuidadosa y una acción efectiva para garantizar la estabilidad y el progreso del país.