TRAGEDIA
Jorge Luis Vargas, exmediocampista de Liga de Portoviejo, fue asesinado en un violento ataque armado registrado en plena vía pública, en la ciudad de Portoviejo. Su nombre se suma a la trágica lista de deportistas que han perdido la vida en medio del caos social que golpea a Ecuador.
El hecho se produjo a pocos metros del Seminario San Pedro, donde según la información preliminar de las autoridades, sujetos armados dispararon contra Vargas y otra víctima, identificada como Javier Pinargote.
Ambos fueron trasladados de urgencia a una casa de salud, pero las heridas que recibieron fueron letales. Ninguno sobrevivió. Vargas era un rostro conocido por su recorrido en clubes de segunda categoría y torneos locales. Tenía 28 años.
Su historia, como la de tantos jóvenes deportistas del país, fue de trabajo por hacer del fútbol una carrera en medio de contextos hostiles y con mínimas condiciones. El “Pototo” tuvo una carrera deportiva modesta en cuanto a proyección nacional, fue importante en la región, defendiendo los colores de Liga de Portoviejo, CD La Unión, San Pedro y Cristo Rey.
Desde la dirigencia de Liga de Portoviejo se pronunciaron con pesar ante el crimen y extendiendo las condolencias a su familia. Sin embargo, el comunicado no alcanza a cubrir la indignación que genera el hecho. Según cifras difundidas, al menos ocho personas fueron asesinadas en Portoviejo durante ese mismo jueves.
El fútbol, que por años ha servido como refugio, proyecto de vida o canal de movilidad social para miles de jóvenes, hoy también está bajo amenaza. La violencia se ha infiltrado en todos los rincones, alcanzando incluso a quienes dedicaron su vida al deporte y dar alegría a los hinchas.
