El personal operativo de los Bomberos de Guamote logró sofocar un incendio forestal que afectó la comunidad de Yanarumi, ubicada en el cantón Guamote, en la provincia de Chimborazo. El siniestro, que se desató en la tarde del 24 de julio, amenazó con expandirse rápidamente, poniendo en peligro el ecosistema y la biodiversidad de la zona.

El incendio, que comenzó en una vasta área de pajonal, consumió aproximadamente 37 hectáreas de vegetación, un espacio crítico para la fauna y la flora local. Los bomberos, apoyados por equipos especializados en manejo de incendios forestales, trabajaron sin descanso para evitar que el fuego alcanzara otras áreas más sensibles, como los bosques cercanos, vitales para el equilibrio ecológico del páramo.
La intervención se centró en frenar el avance del fuego hacia las zonas más altas, que no solo representan un pulmón para la región, sino que también son fundamentales para la regulación del clima y la conservación de especies endémicas.
El área afectada por el fuego es parte del ecosistema de páramo, un bioma clave para el ciclo hidrológico y la protección de fuentes de agua. La vegetación de este tipo de ecosistema, además de ser un refugio para diversas especies de flora y fauna, también juega un papel crucial en la absorción del carbono y la regulación de la temperatura en la zona.
Expertos ambientales advierten que los incendios en estos territorios no solo destruyen la vegetación, sino que también alteran los suelos y ponen en riesgo la biodiversidad que depende de este hábitat.
El equipo de Bomberos de Guamote utilizó técnicas especializadas para controlar las llamas, como la creación de cortafuegos y la intervención en puntos estratégicos de la línea de fuego. Tras varias horas de arduo trabajo, lograron extinguir el incendio por completo, asegurando que no se produjeran nuevos focos de propagación.
Aunque la situación en Yanarumi fue controlada, los bomberos han reiterado un importante mensaje de prevención a la comunidad. En muchos casos, los incendios forestales son causados por actividades humanas, ya sea por quema de residuos, fogatas mal apagadas o actividades agrícolas sin contro.