OPERATIVO
Mientras gran parte de los ciudadanos descansaba o disfrutaba de la vida nocturna en Riobamba, un operativo policial se ponía en marcha con precisión milimétrica. La madrugada del 1 de agosto. Bajo el nombre clave “Amadeus Omega”, las fuerzas del orden ejecutaron una operación simultánea en distintos sectores estratégicos, dando un golpe certero contra una presunta red de microtráfico que operaba en pleno centro urbano.
Durante varios meses, unidades especializadas de la Policía Nacional entre ellas Antinarcóticos, la Policía Judicial (PJ), el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y el Servicio Urbano realizaron un trabajo sigiloso de inteligencia.
Recolectaron información clave, vigilaron movimientos sospechosos y recopilaron evidencia que apuntaba a una estructura delictiva organizada. Uno de los focos más sensibles fue un inmueble ubicado en la calle Juan Montalvo, entre Junín y Argentinos.
A simple vista, se trataba de una vivienda común, pero para los investigadores, se convirtió en el epicentro de operaciones ilegales, luego de detectar actividades relacionadas con el expendio de sustancias sujetas a fiscalización.
Paralelamente, varias discotecas del centro de Riobamba también fueron objeto de seguimiento, al ser señaladas como posibles puntos de distribución. La madrugada del operativo, más de 120 uniformados fueron desplegados de forma sincronizada.
Drones con tecnología de observación aérea sobrevolaron discretamente los sectores identificados, mientras en tierra, los equipos tácticos se posicionaban para la intervención. A una señal coordinada, ingresaron simultáneamente a los locales nocturnos y al domicilio en cuestión.
El resultado fue contundente: tres hombres fueron detenidos, sospechosos de integrar una red de microtráfico. Aunque las investigaciones continúan su curso, la evidencia hallada; drogas, tres teléfonos celulares retenidos y otros elementos vinculantes, refuerza la hipótesis de su implicación directa en actividades ilícitas.
Las autoridades han señalado que este tipo de intervenciones buscan no solo capturar a los responsables, sino también frenar el efecto multiplicador del microtráfico en la comunidad. La presencia de drogas en espacios frecuentados por jóvenes representa una amenaza directa al tejido social, por lo que el operativo “Amadeus Omega” también cumple una función preventiva: desarticular los puntos de origen antes de que el daño se propague en los barrios, escuelas o centros recreativos.
El microtráfico de drogas no es nuevo en Riobamba, pero su presencia ha mutado. Según fuentes policiales, ha dejado de limitarse a sectores marginales para infiltrarse en la cotidianidad, camuflado en espacios nocturnos, fiestas privadas y redes sociales.
La “Mágica Provincia”, como se conoce a Chimborazo, enfrenta así una amenaza silenciosa pero persistente. Sin embargo, las autoridades aseguran que la respuesta no se detendrá.
