Por: Fedgar
Razonar sobre la coyuntura política actual de Ecuador, requiere un enfoque integral, que aborde los desafíos en diferentes áreas; ya que, resulta evidente que nos encontramos en un aparente callejón sin salida.
Pues, se dice que una situación es coyuntural, cuando determinados desarrollos independientes, convergen de tal forma, que al interaccionar entre ellos producen un momento histórico único. Igualmente, se le denomina coyuntura a la idea que alude a la sumatoria de circunstancias y factores que inciden sobre algo en un cierto tiempo.
Las divergencias entre el gobierno y sus políticas, con la oposición, resultan ser abismales. Desgraciadamente no se ha logrado encontrar puntos de convergencia, sino más bien de acentuada divergencia. Ni de un lado, ni del otro, se avizora un mínimo intento de ceder posiciones. Cada quien desea imponer su criterio y voluntad.
En el medio de los contendientes, está un pueblo que batalla por sobrevivir, aspirando paz, salud, educación, seguridad y progreso. Es de lamentar que la clase política ecuatoriana, insensible a este clamor ciudadano, no tenga la capacidad de buscar un acuerdo saludable.
Mientras tanto, nosotros seguiremos planteando desde esta columna y este medio, propuestas que viabilicen un entendimiento entre las partes confrontadas. Por ejemplo, fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones y la fiscalización de la gestión pública; promover la educación cívica y la conciencia ciudadana para fortalecer la participación y la responsabilidad ciudadana; implementar políticas efectivas para abordar la inseguridad y la violencia, promover el desarrollo económico sostenible y la generación de empleo digno y estable; alentar el uso responsable de las redes sociales en la comunicación política, evitando la difusión de noticias falsas y promoviendo el diálogo constructivo;: superar la polarización política y promover el diálogo y la colaboración entre diferentes actores políticos y sociales; aprovechar el potencial de la juventud y promover su participación en la vida política y social del país.
Para Pedro Donoso, al analizar la actual coyuntura política que atraviesa el Ecuador, lo que vivimos es un “nivel de esquizofrenia política”; ya que, los acontecimientos suscitados en el país, representan un debilitamiento institucional y una amenaza directa al equilibrio democrático de la nación
Como soñar no cuesta nada, es de aspirar que, con estos desafíos y oportunidades, el Ecuador puede avanzar hacia un futuro más próspero y equitativo para todos sus ciudadanos.