21.2 C
Riobamba, EC
miércoles, agosto 20, 2025

El país puede salir adelante si…   

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

Estamos tocando fondo, estamos llegando al límite. Pero la caída en picada viene desde el despilfarro descomunal de la década correísta. Ahora, se agravó con la crisis mundial pospandemia, la guerra de Ucrania y Gasa, más otros episodios internacionales que nos están llevando sin remedio  a una desaceleración de la economía con fuertes e impredecibles impactos en la vida de los ecuatorianos, como el cierre de empresas y emprendimientos, el aumento del desempleo, la caída de la producción nacional y las ventas y la consiguiente disminución en la recaudación de impuestos, con serias repercusiones para la iliquidez interna y quién sabe para qué más.

Pero el escenario nacional es también dramático: inseguridad y violencia, inundaciones, carreteras destruidas, deslaves catastróficos. Súmese a esto una democracia tambaleante a causa de una clase política irresponsable e insensible; un sector de la Asamblea Nacional empeñada, a partir de sus ambiciones personales y partidistas, de espaldas al pueblo, en minar la democracia; una Corte Constitucional con sabor a leguleyadas. En definitiva, un país pequeño, debilitado institucionalmente, escindido políticamente, con el cáncer de la corrupción de larga data a cuestas, endeudado hasta los huesos, con amenazas de paros y huelgas, con un Gobierno nacional en guerra interna contra las mafias y unos cuantos etcéteras más muy preocupantes

Nunca saldremos de la gravísima situación que nos agobia sin esfuerzo, sacrificio y sudor, palabras necesarias, imprescindibles en la hora actual; como lo fueron en su momento, las del primer ministro británico Winston Churchill o del presidente Roosevelt de EE UU quienes, ante los momentos más difíciles de la historia de sus países, ofrecieron “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor” como única forma de salir adelante. Y lo lograron. Aquí, los líderes políticos, desde la demagogia y el circo politiquero, sin duda alguna, ofrecerán todo lo contrario.

Más allá de este escenario nacional, el país puede salir adelante si se rencuentra con unidad, civismo, disciplina, solidaridad, organización y grandeza de alma, sin cálculos politiqueros y electoreros; pero sobre todo con gran resiliencia, fortaleza y presencia de ánimo frente a la adversidad.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email