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sábado, septiembre 6, 2025

¡Ay!, la salud, la salud

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Por: Ugo Stornaiolo

El gobierno sigue negando la crisis del sector salud. No solo es el drama en los hospitales públicos: sin medicinas, personal ni insumos o centros de salud donde venden medicinas en la calle junto a puestos de comida, sin precauciones, como en Monte Sinaí (Guayaquil). Los funcionarios estatales buscan desdramatizar.

Pero, las denuncias del diario Expreso, en su serie “los dueños de la salud”, motivaron amenazas a periodistas de médicos y hospitales privados beneficiados por las derivaciones de hospitales públicos.

Lo cierto es que, en medio de la crisis de la seguridad social, se destinó miles de millones de dólares para mejorar a unas pocas clínicas privadas y a algunos médicos. Más grave es que entre los beneficiarios están el padre y otros familiares del presidente del Consejo Directivo del IESS (la clínica Kennedy de Guayaquil).

Médicos y centros de salud amasando fortunas por derivaciones de los hospitales de la seguridad social. $3.700 (casi la mitad) entregados a 27 empresas y organizaciones de salud, representadas legalmente por 15 personas (de un total de 1.081 prestadores externos). El ingreso por prestaciones de salud a pacientes derivados del IESS para algunas de esas empresas es del 40 al 100% de sus ingresos: es decir, viven de los afiliados.

Que el IESS es paciente en estado crítico no es secreto. En tiempos de Correa fue un botín político al que el caudillo recurrió cuando sus finanzas flaquearon (dejó de pagar lo que el Estado por ley asignaba al IESS). Pasaron impresentables como el “corcho” Cordero, Ramiro González (el prófugo que creó un partido político con dinero de la institución), Richard Espinoza (que vendió el hotel Quito a los chinos) y Víctor Hugo Villacrés (de mediocre gestión del Metro de Quito). De los otros, ni hablar.

13 presidentes del directorio (incluido Lama), 23 directores generales y nadie supo nada. $ 8.000 millones que el IESS destinó, en 13 años, a pagar derivaciones a clínicas privadas porque, presuntamente, no tenía recursos…

En lugar de construir 40 hospitales el IESS enriqueció a privados para centuplicar sus negocios. Médicos con pequeños consultorios ahora tienen clínicas y centros de salud privados. Uno tenía un consultorio en una casa y ahora tiene 64 en varios sitios y otro tenía una clínica y ahora tiene cuatro en Guayaquil. Se anuncia la apertura del más moderno hospital del valle del Ilaló (tienen otro en Quito) y médicos que compraron consultorios en ese mismo complejo (carísimo). Solo así se entiende lo bueno del “negocio de la salud”.

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