OBRAS
La ejecución del proyecto de regeneración urbana de la avenida Carlos Zambrano y las áreas aledañas al Estadio Olímpico “Fernando Guerrero” ha desatado un cruce de posturas entre el GAD Municipal de Riobamba y la Federación Deportiva de Chimborazo (FDCH).
Ambos organismos han difundido comunicados oficiales en los que, aunque se refieren a la misma obra, muestran visiones opuestas sobre su alcance y las consecuencias que podría tener para el escenario deportivo más importante de la provincia. Por un lado, el Municipio sostiene que la intervención se limita estrictamente a predios municipales, sin tocar espacios administrados por la Federación.
El mensaje oficial enfatiza que se respetarán las zonas deportivas como el muro de escalada, el gimnasio y los accesos al estadio, garantizando así la continuidad de los entrenamientos y competencias.
Además, la administración local recalca que el proyecto surge de acuerdos alcanzados con actores deportivos y técnicos, bajo el argumento de que se busca mantener la aprobación del estadio ante la CONMEBOL y otras entidades reguladoras para partidos internacionales y de las distintas categorías del fútbol nacional.
En contraste, la Federación Deportiva de Chimborazo adoptó una postura crítica, advirtiendo que no se hace responsable si, tras la ejecución de los trabajos, el Estadio Olímpico pierde la certificación necesaria para albergar partidos oficiales.
La FDCH sostiene que cualquier modificación, retiro o alteración en las instalaciones y alrededores podría comprometer seriamente la autorización para organizar encuentros de alto nivel, lo que pondría en riesgo a la ciudad como sede de eventos deportivos de gran envergadura.
La divergencia entre ambas instituciones muestra la falta de coordinación interinstitucional en torno a un proyecto que, más allá de su carácter urbano, toca un espacio sensible para la vida deportiva de Riobamba.
