12 C
Riobamba, EC
jueves, mayo 1, 2025

“Analizando (filosóficamente) la amistad”

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
Artículo de Opinión: Lisandro Prieto Femenía

El día 20 de julio se conmemora en la Argentina el “día del amigo”, en razón de la propuesta de Enrique Ernesto Febbrano, quien vio en el “hecho” de la llegada del Apolo 11 a la Luna, tal día pero de 1969, un acontecimiento que supuestamente unió a la humanidad en un sentimiento de fraternidad y esperanza, sin tener en cuenta dos asuntos que son importantes: el primero, que en este rincón del globo en esa fecha hace un frío bárbaro que atenta severamente contra las ganas de hacer un asado al aire libre y el segundo que a nadie realmente le sirvió o le sirve de elemento cohesionador la hipotética llegada de Armstrong a un estudio de televisión decorado.

Pues bien, hoy quisiéramos invitarlos a reflexionar sobre este vínculo ancestral llamado amistad, el cual ha sido un tema central para la filosofía desde la antigüedad, considerado por muchos filósofos como un pilar fundamental de la vida humana en tanto relación especial que trasciende la mera compañía circunstancial, que se asienta en el respeto, la admiración, la sinceridad y el desinterés. Suena bastante bonito, ¿no?, en un mundo en el que las relaciones a menudo se basan en la conveniencia y el interés, evidentemente vamos a darnos un baño filosófico en aquello que podría (o nos gustaría) que sea, pero que lejos está del alcance de casi todos nosotros porque no es regla de nuestro presente la de cultivar amistades profundas, significativas y duraderas: haga la prueba, querido lector, cuando tenga un problema, manifiéstelo abiertamente y veamos cuántos quedan a su lado.

En su diálogo “Lisis”, Platón abordó la amistad a partir de una serie de preguntas sobre su naturaleza enlazada al amor. Para el profe de Aristóteles, la verdadera amistad (philia) está estrechamente relacionada con el amor (eros) puesto que considera que surge del reconocimiento de la bondad y la virtud en el otro, y que este reconocimiento es lo que fomenta una conexión profunda y medianamente duradera. Está claro que para Platón la amistad no es simplemente la satisfacción de “estar acompañados”, sino que se trata de un camino hacia la verdad y el bien, compartido por dos almas que buscan la excelencia moral y la sabiduría. En boca de Sócrates, Platón nos decía:

 “¿Qué es, pues, lo que da origen a la amistad? ¿Acaso no será la presencia del bien, uniendo los hombres con las deidades y entre sí?” (Platón, Lisis, 213a).

Asimismo, en “La República”, Platón sostiene la importancia de rodearnos de personas que aporten significativamente a nuestra virtud y sabiduría, en contraparte a la tan común y placentera práctica de formar vínculos vacíos y efímeros con personas que, salvo insumirnos tiempo, no nos aportan realmente nada relevante. En sus palabras, lo que intenta decirnos es que vale la pena estar en compañía de lo que él llama “los mejores” para un desarrollo intelectual y moral. De lo contrario, mejor sería estar solos:

“¿No te parece que es preciso que cada uno de nosotros busque entre sus semejantes a los que tienen su misma naturaleza? Y si no los encuentra, que permanezca solo, antes que aceptar de mala gana la compañía de quienes son diferentes de él.” (Platón, La República, VI, 496a)

Posteriormente, su discípulo Aristóteles, particularmente en “Ética a Nicómaco”, ofrece una de las exposiciones más completas sobre la amistad en la historia de la filosofía occidental e identifica tres tipos principales de vínculo amistoso: la amistad de utilidad, la amistad de placer y la amistad de virtud. En la primera, de utilidad y/o conveniencia, es evidente que se trata de un vínculo de beneficio mutuo, que es bastante común en relaciones de negocios o en aquellas donde las personas buscan algún tipo de ventaja. Sin embargo, este tipo de amistad tiende a ser volátil y frágil, puesto que depende de la conveniencia y de la satisfacción de deseos particulares y puede desaparecer cuando tales beneficios ya no estén presentes. En la segunda, de placer, la relación se basa estrictamente en el disfrute mutuo de las actividades compartidas. Si bien este tipo de relación puede llegar a durar más tiempo que la amistad por conveniencia, sigue siendo limitada puesto que al desvanecerse el placer, desaparece la “amistad”. Según Aristóteles, la forma más elevada de amistad es aquella que está ligada a la virtud: se basa en un reconocimiento mutuo de la bondad y el carácter virtuoso del otro. Esta amistad es duradera y profunda, ya que ambos amigos se preocupan genuinamente por el bienestar y la felicidad del otro, más allá de los beneficios inmediatos o el placer que les pueda causar la compañía. De éstos, suelen haber muy pocos, o casi ninguno, puesto que:

“La amistad perfecta es la de los hombres buenos e iguales en virtud; pues ellos desean el bien del otro en la medida en que son buenos, y son buenos en sí mismos” (Aristóteles, Ética a Nicómaco, VIII.3, 1156b)…

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
Con un tempranero tanto de Dembelé, Paris Saint Germian dio un paso clave este martes en las semifinales de la Champions League, al vencer 1 a 0 a Arsenal en Inglaterra, en el cotejo de ida.

PSG ganó al Arsenal en Inglaterra

CHAMPIONS Con un tempranero tanto de Dembelé, Paris Saint Germian dio un paso clave este martes en las semifinales de la Champions League, al vencer