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viernes, agosto 22, 2025

Animales de sangre fría

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Por: Pablo Granja

“Las personas que tienen la mala costumbre de concentrarse más en lo negativo que en lo positivo, terminan por ignorar lo bueno”. Esta frase recibida en un chat de amigos, es una invitación para reflexionar en asuntos que, gracias a la propaganda desenfrenada, transforman espejismos y sombras en dogmas irrefutables, sobre los que justifican la persecución a quienes se rebelan contra la mentira impuesta.

Esta diferencia entre la percepción de las cosas y el conocimiento de la realidad la expuso Platón en la alegoría de la caverna, que trata sobre un grupo de prisioneros que viven encadenados desde su infancia, siendo su única visión del exterior una pared en la que se proyectan las sombras de los objetos que ilumina una fogata. Esta es la única versión que tienen de la realidad. Cuando uno de ellos se escapa, inicialmente es deslumbrado por la luz del sol y lentamente empieza a ver los objetos cuyas sombras eran las proyectadas, observando por primera vez la naturaleza, el cielo, las estrellas… Entonces siente la obligación de regresar a la caverna para relatar a sus compañeros sobre esta realidad que ha descubierto; pero, al volver a la oscuridad no puede ver bien porque sus ojos se acostumbraron a la luz, lo que hace que sus compañeros piensen que este ascenso al exterior le ha perturbado, rehusando a ser liberados.

Metafóricamente, Platón utiliza esta alegoría para diferenciar el mundo de los sentidos frente al mundo de las ideas, que se obtienen mediante el conocimiento que le da sentido a la vida. Existen varias interpretaciones, incluyendo las que se aplican a lo político.

Por la forma de gobernar, es indudable que desde la A de AMLO, pasando por la C de Castro o Correa, la CH de Chávez, la K de Kim, la M de Maduro, la O de Ortega, la P de Petro hasta llegar a la Z de Zapatero; luchan por mantener a los pueblos encadenados proyectándoles una mentira como las sombras de la caverna, para ocultarles que el mundo de la libertad es otro. Gobiernan para sostener sus extravagantes existencias, a costa de acrecentar la pobreza pero manteniendo a los pobres con esperanza. Y así los convierten en dependientes absolutos del Estado, en quienes votan por ellos y los sostienen. Por eso, han convertido a Cuba en la cárcel más grande de Occidente; por eso Kim es idolatrado. Por eso acosan, persiguen, apresan y aniquilan a quienes relatan que hay una verdad distinta más allá de la caverna. Por eso se proyectan a sí mismos como redentores, como infalibles.

Por eso también asesinaron a Fernando Villavicencio y a Miguel Uribe Turbay; porque exhibían el latrocinio, denunciaban el sometimiento al pensamiento único; porque luchaban por romper las cadenas del despotismo y de la crueldad sin límites con que gobiernan en nombre del socialismo.

Su grito de “Patria o muerte”, esconde su ambición y desprecio por la vida ajena. Si en verdad quisieran el bien y el desarrollo de los pueblos que gobiernan ese grito sería “Vida y Libertad”. Pero no, no sienten vergüenza ni remordimiento porque son unos animales de sangre fría.

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