La exfiscal general de la nación, Diana Salazar, prepara sus maletas para su nuevo destino: Argentina. A pedido del presidente Noboa, se va a la Tierra del Tango y de las Pampas, en representación diplomática. Este destino, de alguna manera la protege de la saga de venganzas y secuelas de las amenazas que sobre ella sobrevendrán. Sabemos de dónde.
Esta mujer valiente, incorruptible, como Fiscal General, se las jugó entera al abrir el operativo Metástasis que descubrió los más altos niveles de corrupción en la administración, donde se encontraban parapetados una caterva de politiqueros oportunistas, carteles de la droga, traficantes de armas, lavadores de activos y más delincuentes organizados que se engullían miles de millones de dólares del pueblo ecuatoriano. Estos cárteles, desde las sombras, desde las cloacas, la acechaban con ojos carroñeros para difamarla y acabarla.
La doctora Salazar, con sencillez, valentía, decisión y entereza a demostró que no andaba por las ramas y desde su conocimiento de las leyes y su experticia procesal, presentó ante los jueces muchas transgresiones, violaciones de la ley, las realidades delictuales que están a todo nivel en todo el territorio nacional.
Pero ojo, muchos de esos delincuentes, fajados de dólares, tienen mucho poder y son expertos en las malas artes. La Fiscal fue atacada por esa mafia; fue desacreditada, vilipendiada y, con quintacolumnistas de por medio, trataban de impedir la realización de su trabajo en bien del país. Ella sabía a lo que tenía que enfrentarse; pero, íntegra y valiente lo dijo públicamente que no tiene compromiso con nadie porque llegó por sus propios méritos. “Quieren callarme como lo hicieron con Fernando Villavicencio…Es momento de decirle a todo el Ecuador que la justica no estará de rodillas, impasible, inmutada, ni derrotada ante sus agresores… No nos van a callar”
Todos los ecuatorianos de bien, que son la mayoría, más allá de sorprenderse que algunos funcionarios públicos y miembros de la fuera pública, llamados a dar ejemplo, se hayan puesto al servicio del crimen organizado y sus inmundas corruptelas, respaldaron el trabajo de la Fiscal a fin de que su gestión, en el marco de la Ley, no vaya a parar al tacho de la basura histórica.
El pueblo sabe que esta mujer fuerte e inteligente, reserva moral de la nación, cumplió con su deber de investigar, reunir y presentar pruebas de los peculados, cohechos, extorsiones, sobreprecios y otros delitos cometidos por los delincuentes de cuello blanco que se robaron miles de millones de dólares de los ecuatorianos. ¡Buen viaje y éxitos!
