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El artista español Solimán López está llevando a cabo una innovadora iniciativa para abordar el problema de la basura espacial utilizando agua del Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador. Según un informe de la agencia EFE, este proyecto implica la introducción de bacterias en el agua que son capaces de digerir metales y componentes electrónicos.
Esta iniciativa, titulada ‘Invisible Pegaso’, es una extensión del ‘Manifiesto Terrícola’ de López, que tuvo lugar el año pasado en el Ártico. El nombre hace referencia al satélite ‘Pegaso’, que fue lanzado al espacio por la Agencia Espacial Civil Ecuatoriana (EXA) en 2013 con el respaldo del Gobierno de Ecuador, pero que actualmente se encuentra inactivo y forma parte de la basura espacial. El proyecto tiene como objetivo reciclar la basura espacial y electrónica utilizando microorganismos y muestras de agua del glaciar tropical del volcán Chimborazo, que se eleva a 6.263 metros sobre el nivel del mar, siendo el punto más alejado del centro del planeta.
La presentación de este trabajo se llevará a cabo a partir del 10 de abril en el Museo de la Medicina de Cuenca, en Azuay, y cuenta con la colaboración del biólogo Andrés Yárzabal y el comisariado de Katia Cazar, exdirectora de la Bienal de Arte de Cuenca. Solimán López explicó que el agua del Chimborazo será alimentada con bacterias capaces de digerir metales, liberando componentes como el cobre o el oro, lo que podría ser utilizado para reciclar basura relacionada con dispositivos electrónicos.
En una reciente visita al Chimborazo para tomar muestras de agua, López estuvo acompañado por el yerno de Baltazar Ushca, el último hielero del Chimborazo. Destacó que este proyecto también incluye la circulación en tiempo real de información sobre la ubicación del satélite ‘Pegaso’, así como el reciclaje de metales y la generación de datos para nuevas obras artísticas.
