Barcelona volvió a tropezar en su propio estadio, y la caída ante Macará ya es una peligrosa tendencia, el Ídolo del Astillero se muestra frágil en su localía, pierde puntos y deja que Independiente del Valle tome distancia en la cima de la LigaPro.

Macará, que llegaba golpeado y amenazado por el descenso, supo resistir y en el momento preciso asestó los golpes. El 0-2 final reaviva críticas y abre un debate serio sobre la conducción técnica y la capacidad de reacción del plantel canario. Durante los primeros 45 minutos, Barcelona impuso condiciones.
El equipo de Ismael Rescalvo se adueñó del balón, manejó el ritmo del partido y acorraló a los ambateños. Sin embargo, la superioridad no se tradujo en goles. Faltó claridad en la definición y, aunque Janner Corozo fue la principal carta ofensiva, el ataque se redujo a su capacidad individual más que a un funcionamiento colectivo.
A los 47 minutos, un error en la marca abrió la puerta para que Maximiliano Juambeltz colocara el 0-1, Barcelona perdió la brújula, y las modificaciones de Rescalvo resultaron estériles. Macará, jugó con inteligencia. Supo administrar los tiempos, cerró espacios y esperó el momento indicado para sentenciar.
Y lo hizo a los 81’, John Jairo Jiménez aprovechó un tiro de esquina para marcar el segundo. El festejo visitante contrastó con la desesperación local, Barcelona, aun con el empuje de su gente, no encontró respuestas. El traspié deja a Barcelona más lejos del liderato. Independiente del Valle, sólido en su camino, amplía la ventaja mientras los toreros se enredan en su propia irregularidad.