Un incendio forestal encendió las alarmas la noche del 21 de agosto en el sector Rosario Los Elenes, en la vía a San Gerardo, cantón Guano. Las llamas, originadas por una quema de potrero seco que se salió de control, avanzaron rápidamente debido al viento y la topografía del terreno, poniendo en riesgo varias viviendas cercanas.

La emergencia movilizó a la unidad B-2 del Cuerpo de Bomberos, que actuó con rapidez para contener el fuego y evitar daños mayores. Al llegar, los bomberos realizaron una evaluación rápida y comenzaron a armar una línea de ataque directa para frenar el avance del fuego.
El operativo se centró en enfriar las zonas más cercanas a las viviendas, donde el calor y el humo eran más intensos. Según reportes oficiales, aproximadamente 600 metros cuadrados de vegetación seca fueron afectados. Gracias a la oportuna intervención, las llamas fueron controladas antes de que alcanzaran las casas.
No se registraron personas heridas ni daños estructurales. Tras varias maniobras, el fuego fue sofocado y se realizó una inspección para asegurarse de que no quedaran focos activos. Terminadas las labores, la unidad retornó a su base sin novedades adicionales.
Sin embargo, la emergencia dejó una lección: la quema de pastizales, aun cuando se realice con fines agrícolas, puede transformarse en una amenaza si no se controla adecuadamente. En zonas rurales como Guano, la quema de potreros continúa siendo una práctica extendida, pese a las advertencias.
Muchos productores la utilizan como método de limpieza, sin tener en cuenta los factores climáticos ni las distancias de seguridad necesarias. Las autoridades recuerdan que este tipo de actividades requieren permisos y deben realizarse bajo condiciones controladas. Además, insisten en que quienes causen incendios forestales intencional o accidentalmente pueden enfrentar sanciones legales.