DIVERSIDAD
El Bosque Protector Ceploa, ubicado en el punto más alto de Taruga Urku, en la provincia de Pastaza, es una de las pocas reservas naturales que se mantiene intacta a lo largo de los siglos. Con una extensión de 3 344 hectáreas, su densa vegetación y biodiversidad lo convierten en un refugio ecológico único.

Sus senderos de lodo y pendientes pronunciadas están rodeados por una variedad impresionante de flora y fauna. Árboles centenarios, como el chuncho, tucuta, caoba y ceibos de hasta 80 metros, forman una bóveda verde. Su diversidad arbórea es una de las más altas del planeta, con 1 190 especies de plantas registradas y 34 nuevas descubiertas solo el último año. Destaca el tarapoto, una palma de hojas gruesas y flores blancas.
La fauna de Ceploa es igualmente rica. Entre sus ramas se ocultan monos chorongo y monos ardilla, mientras que el jaguar, el depredador supremo, ha sido identificado en la zona. En su río Oglán, de aguas cristalinas, habitan 37 especies de peces, como sardinas y carachamas. En los márgenes del río se encuentran reptiles como la serpiente chonta negra y el eslizón occidental.
En la reserva, una pared de arcilla mineral atrae a cientos de pericos verdes y de cabeza negra que descienden cada mañana para alimentarse del lodo. También es hogar de cucupachos y pecho amarillo, que encuentran refugio en las copas de los árboles. En sus laderas, grandes mamíferos como la danta y el venado colorado recorren el territorio.
Desde el año 2000, 98 kichwas de Pastaza protegen Ceploa a través de patrullajes y un monitoreo detallado de especies. Sus cuadrantes de estudio permiten el registro y conservación de este ecosistema virgen. Este bosque es un fragmento de selva que resiste y preserva su esencia natural, asegurando su permanencia para futuras generaciones.