ENERGÍA
Hasta las compuertas de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair siguen llegando ramas, rocas y basura arrastradas por la corriente. Desde el domingo 16, el caudal del río Coca llegó a niveles máximos.

Los técnicos midieron 3 500 metros cúbicos por segundo (m3/s), cuando la capacidad de captación de la central es de apenas 222 m3/s.
“A Coca Codo Sinclair los sedimentos llegaron a tener 10 mil partes por millón, cuando normalmente operan con niveles menores de 600 y cuando sale de operación de 1 000 a 1 200, pero nunca a extremos como lo del otro día”, explicó el ministro Roberto Luque.
Desde ese día, las compuertas se cerraron por los escombros que vienen con el río y afectan a los sistemas, si no son correctamente filtrados.
Los objetos grandes son detenidos por inmensas rejillas de acero. Lo que preocupa a las autoridades son los sedimentos: arena y piedras pequeñas que están en el agua y dañan los rodetes de las turbinas y los equipos electromecánicos.
La cantidad de sedimentos el domingo excedía 10 veces a la capacidad máxima que puede procesar el sistema de desarenadores, por lo que se detuvieron las operaciones.
Este martes 18, los niveles bajaron y eso permitió que se abran las compuertas.
Al momento, Coca Codo Sinclair trabaja con siete de sus ocho turbinas; una está en mantenimiento programado. La generación eléctrica es de 930 megavatios (MW), mientras su capacidad máxima es de 1 500 MW. / El Telégrafo