La Condamine se convirtió en un escenario de pérdidas y desesperación tras las intensas lluvias que cayeron la madrugada del 02 de septiembre. Varios locales resultaron inundados, y la mercadería de los comerciantes quedó arruinada, dejando en evidencia la vulnerabilidad de la economía popular de la ciudad.

Según los afectados, no es la primera vez que la zona sufre inundaciones. Señalan que la falta de mantenimiento de alcantarillas y drenajes pluviales por parte del Municipio ha sido una constante, y que la administración no ha implementado planes preventivos efectivos. “Estamos solos, el alcalde solo se acuerda de nosotros en campaña”, manifestó una comerciante cuya inversión quedó destruida.
Su testimonio refleja la frustración de un sector que depende del comercio diario y que, cada vez que llueve, enfrenta el riesgo de perderlo todo. La Condamine, tradicionalmente uno de los centros comerciales más importantes de Riobamba, hoy refleja abandono institucional.
Mientras los comerciantes buscan soluciones por sus propios medios, las autoridades municipales se comprometieron a realizar inspecciones periódicas en la obra y a reforzar la coordinación entre contratistas, administración y comerciantes, con el fin de prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad del espacio comercial.
La comunidad comercial de La Condamine exige atención inmediata, compensaciones por las pérdidas sufridas y la implementación de un plan de prevención que garantice la seguridad de sus negocios. Mientras tanto, el agua sigue siendo un recordatorio de la urgencia de que las autoridades locales cumplan con su responsabilidad.