POLÍTICA
La Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional afirmó que Petroecuador cuenta con la capacidad técnica y operativa para gestionar el Campo Sacha, uno de los yacimientos petroleros más productivos del país.

La declaración se dio tras el anuncio de la adjudicación de su explotación al consorcio Sinopetrol, integrado por las empresas Petrolia Ecuador y Amodaimi Oil Company S.L., filiales de la canadiense New Stratus Energy y la estatal china Sinopec.
En un comunicado emitido el 4 de marzo, la comisión legislativa destacó que las comparecencias de expertos en el sector, extrabajadores de Petroecuador y activistas ambientales han demostrado que el campo se encuentra en pleno funcionamiento y que su producción ha aumentado en los últimos años. Según los datos presentados, Sacha producía 65 000 barriles diarios hace cuatro años y actualmente alcanza los 77 000 barriles.
Polémica en torno a la privatización del Campo Sacha
Las declaraciones contrastan con lo expuesto por la ministra de Energía, Inés Manzano, quien el 3 de marzo describió al yacimiento como “una corona oxidada” que requiere ser “pulida” y “recuperada”, justificando así la decisión de delegar su operación a una empresa privada.
La Comisión de Fiscalización ha cuestionado el proceso de adjudicación, argumentando que Petroecuador genera sus propios ingresos para invertir en la operación del campo y que, con la privatización, Ecuador pasaría de recibir el 100 % de los beneficios del petróleo a solo un 12 %.
Asimismo, la comisión señaló que el contrato aún no está en firme, ya que el consorcio adjudicado debe completar una serie de trámites en el plazo de un mes. También resaltó que la empresa concesionaria cuenta con un capital suscrito de apenas 2 000 dólares, mientras que Petroecuador posee una trayectoria sólida en la industria.
Otro punto de controversia es la falta de inversión privada real en el proyecto. Según la comisión, los 1 500 millones de dólares de prima y la inversión prevista se financiarían con los ingresos generados por la operación del propio campo, sin aportes externos.
Falta de comparecencias ante la Comisión
El organismo legislativo también criticó la ausencia de la ministra Manzano y de la exgerente de Petroecuador en las sesiones convocadas para analizar el caso. En dos ocasiones se citó a la ministra y en tres a la exgerente, pero ninguna compareció ante la comisión.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste sobre el futuro del Campo Sacha, en medio de un debate sobre la mejor estrategia para garantizar la rentabilidad y sostenibilidad del sector petrolero en Ecuador.